"Academia Kuoh"-Miró su nuevo uniforme, actualmente estaba en el departamento que está rentando, no muy lejos de dicha academia. Prefería ahorrarse los caminos prolongados si era posible.
Hoy mismo era Domingo, así que mañana sería su primer día en su nueva academia. Estaba seguro que la vida que inventó a base de magia dio sus frutos.
Engañar a las personas normales con la magia de ilusión, no fue complicado debido a su sacred Gear, solo tuvo que copiar a una vieja bruja que era decente en ilusiones y así mismo pudo replicarlo. Dado que para utilizar dicha habilidad tienes que "convencer" a la persona de que todo es normal. Un ejemplo, si quieres que una persona que haga cierta acción. Tienes que "convencerla" de cierta manera.
Así que con algo de entrenamiento con varias personas. Pudo perfeccionarlo. Así que sin nada mejor que hacer, se dirigió hacia un rincón de su pequeño departamento. Vistió una chaqueta naranja que cubrió su rostro. Este colocó su mano sobre un bicicleta de corredor. Era un pasatiempo que obtuve al viajar a Corea del sur. Conoció a unos chicos interesantes ahí. Y gracias a ellos tuve un pasatiempo interesante. Este estaba llevando su bicicleta de carbono. Era de color gris con detalles blancos. Fue un regalo de un chico. Giró el pomo de su puerta y la abrió hacia afuera, solamente para encontrarse con una Akeno Himejima la cual tenía un rostro neutro.
"Supongo que hoy no podré recorrer la ciudad"-Suspiro decepcionado.- "Entra, se que quieres hablar de lo que sucedió hace un par de años. No tengas prisa, te contaré todo"-Habló mientras metía su bicicleta de nuevo.
Akeno entró, cerrando la puerta detrás de ella, no pudo evitar mirar a sus alrededores. Creyó que el edificio estaría vacío, pero para su sorpresa. Pudo ver varias fotografías por el pasillo, donde se mostraba a un Naruto con muchas personas diferentes en ellas. Reconoció algunos lugares de ellos.
Naruto dejó su bicicleta donde la sacó y fue hacia la cocina, la cual estaba al lado del salón principal.
"Tomá asiento"-Le dijo con calma, ella hizo caso y tomó asiento. Miro la mesilla enfrente suyo, no pudo evitar tomar la fotografía y verla mejor. En aquella foto se podía ver al rubio posar enfrente de un grupo de personas. Todos ellos asiáticos por sus rasgos. La sonrisa de Naruto era enorme, ella pudo ver que algunos de ellos tenían cascos de bicicletas, Naruto tenía uno propio. De color Naranja con los bordes negros.
"¿Quienes son?"-Preguntó mirando la fotografía.
Naruto conociendo su casa y sabiendo donde está sentada pudo adivinar cuál era la fotografía.
"Unos viejos amigos que conocí en Corea, son agradables. Son atletas muy buenos"-Mencionó con nostalgia.
Akeno arrugó su frente por ese comentario.
Naruto finalmente había terminado el té, este camino hasta Akeno y le dejó una taza. Se sentó al lado de esta, ambos mirando hacia la pantalla apagada.
"Supongo que tengo que contarte desde el momento de mi "muerte" hasta donde estoy ahora"-Dijo tranquilamente.
"Efectivamente"-Contestó.
"Ese día.. Debí haber muerto, mi cuerpo fue impactado por un trueno... Estaba en mis últimos momentos de vida hasta que el Dragón del Infinito apareció y salvó mi vida"-Habló con calma, dejo que Akeno absorbiera la información primero.
"Espera, ¿estás diciendo que el mismo Dragón del infinito vino?"-Preguntó sorprendida en realidad, conocía a los Dragones y que el Dragón del Infinito el cual creían que era un leyenda hizo acto de presencia para salvarlo.
"Si, no solo eso, sino que me hizo su Campeón.. Esa es la forma "bonita" de decirlo, ya que prácticamente soy su esclavo que luchará con Gran Rojo para expulsarlo de la brecha dimensional"-Habló con calma. Para que su historia fuese más realista mostró en su antebrazo una serpiente devorándose a sí misma.
