Que raro!

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Este primer día fue increíble! Incluso ya conseguí mi primer amigo...

Para celebrar nuestro primer día como amigos y, a la vez, el primer día de clases: Joseph y yo decidimos ir a algún lugar para distraernos un poco.

Nos fuimos un automóvil (aclaro, nos fuimos en el de Joseph). Durante todo el camino estuvimos tratando de ver a donde íbamos a ir.



- Entonces, a dónde quieres ir Alex?



- Mm, pues en realidad no se me ocurre ningún lugar por el momento y a ti?



- A mi tampoco se me ocurre ninguno.



Al estar viendo por la ventana, se me vino a la mente un lugar que yo adoraba y que seguramente a Joseph también le gustaría. Era una cafetería que se localizaba a unas cuantas cuadras desde nuestra posición actual.



- Hey -dije yo- A unas cuantas cuadras se encuentra una cafetería estupenda. Ahí venden las donas más deliciosas que puedas imaginarte. Solo de recordarme ya se me hace agua a la boca.



- Tienes hambre verdad? jaja - dijo en tono sarcástico.



- No te burles que yo sé que tu también tienes hambre.



-Yo no tengo hambre.



- Ja! Ya verás que al nada más abrir la puerta vas a desear comprar, comer y jamás salir de ahí - dije retándolo.



- Ya lo veremos


Después de aceptar el reto, guié a Joseph hasta aquel maravilloso lugar. Al llegar hasta, me bajé de prisa ya que tenía mucha hambre. Ni siquiera esperé a mi amigo. Abrí la puerta de la cafetería y pude sentir ese olor de dona recién hecha que me era delicioso. Voltee y Joseph estaba esperando a que ingresara pero me di cuenta que, a pesar de estar atrás, podía sentir ese aroma y por ende supuse que ahora sí le había dado hambre.

Compramos unas donas con un café y nos fuimos sentar. Estábamos tan concentrados en nuestra comida que no nos percatamos de que nos estaban observando...

Voltee a ver a todos lados disimuladamente y por fin pude ver quien, o mejor quienes eran esas entidades que nos estaban observando. Eran un grupo de chicas, para ser exacto un grupo de cuatro, y todas nos volteaban a ver, secreteaban un poco y volvían a probar un bocado de su merienda.

¿Quienes eran? ¿Por qué no dejaban de voltear a vernos? ¿Qué tanto se secreteaban? Toda esta situación era demasiado incómoda. Estuvimos así por un buen rato hasta que, ella terminaron de comer y se prepararon para irse. Al caminar pasaron a la par nuestra y solo nos dijeron...


- Nos vemos mañana!- dijo una de las chicas alegremente. Las demás solo nos saludaron con el característico movimiento de la mano.


- Quienes son ellas? Las conoces? - pregunté a Joseph.


-No tengo ni idea de quienes son. Jamás las había visto en mi vida.


En mi mente, se repetía una y otra vez esa frase de aquella chica "Nos vemos mañana!" tratando de descifrar a que se refería. Bueno, creo que lo sabré al siguiente día. No se imaginan la sorpresa que me llevé....

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2015 ⏰

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