A ti, que me rompiste el corazón; a ti, que me dejaste cuando te necesitaba; a ti, que intenté odiarte; por ti fue que todo lo dejé, me convertí en alguien más, cada día pensando en que tal vez regresarías...
Cuando el primer año pasó, ya no te esperé, seguí a pesar del dolor, a pesar de pensarte cada día, aún con tu rostro en mi corazón.
El segundo año pasó y aún recuerdo nuestro aniversario, tu sonrisa y el cariño con el que te hice el amor aquella primera vez.
Hoy te volví a ver y como si fuera la primera vez, vi tus manos, tus dedos, tus piernas y más importante, tus ojos... volví a recordar cada detalle, cada caricia, cada beso y tu... no me voltearse a ver.
El tiempo fue de irme y aún así busqué ver tus ojos, una última vez para siempre, tan redondos y finos a la vez, brillantes con el amor a la vida y yo, cansado y sin dormir... te vi.
Mis manos temblaron y me sonrojé como un adolescente, con la emoción de sentir mi corazón en años; me devolviste la mirada.
Dos segundos y cuatro metros entre tu corazón y el mío... hoy pude amarte como nunca lo hice y al mismo tiempo pude dejar de hacerlo, con una sonrisa y mi cabeza ligeramente inclinada te hice entender que todo está bien ahora, que la vida es bonita y mi corazón, antes prisionero del tuyo es libre y con esa mirada sabrás que, a pesar de no dejarte de amar, al fin amaré a alguien más; eres y siempre mereces serás mi mayor tesoro.
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Para ti
Non-FictionOda al amor que sentí, expresión de mi corazón y catarsis de mi ser.