En el libro hay muchas historias, y todas y ninguna son mías. No sé escribir sobre otros, solo escribo sobre mi. Escribo tanto y tan poco que siento que no soy y sí soy. A veces soy cuando no quiero ser y actualmente quiero ser pero no soy.
Soy un escribidor promedio, de los que toma clases de escritura y no habla, solo escribe. De los que entiende a Bayly, pero no a Cortázar. De los que sueña con ser algo que no se puede ser: exitoso. Soy atrevido, pícaro y parlanchín; pero solo en mis cuentos. En el papel soy un enano erótico, un escritor desvergonzado, lanzando todo por la borda excepto lo más importante: talento. Las palabras no salen solas, o mejor dicho, sí lo hacen, lo que no sale solo es un buen texto. He escrito tantos que me da vergüenza no tener ninguno bueno. Algún día publicaré. Tal vez ese día tenga suficiente dinero para vivir pobremente como un intento de escritor o sea lo suficiente acomodado como para ser un escribidor mediocre y cobarde.
En el libro, todos se van a la mierda. Y todo es un tremendo hueveo, o deshueve. Tengo miedo del qué dirán, pero a la vez me da igual. Quiero que me pirateen y que lo vendan a cinco soles en las esquinas del jirón de la unión. Mismas esquinas por las cuales en altas horas de la noche usarán las hojas de mi libro para enrolar porros. Tal vez a la misma hora un lector desorientado termine rodeado de meretrices y prefiera ir con ellas que leer el libro. Lo cual, y no lo juzgo, suena como una mejor opción.
Soy escritor desde el día que mi madre me dijo que no debía serlo. Soy escritor desde que me dijo que me moriría de hambre si lo intentara. Soy escribidor desde el día que lo intenté. Y soy un mal escribidor, pero entusiasta.
ESTÁS LEYENDO
Un Canalla Arrepentido NO es un Canalla
Non-FictionLas historias de este libro son, por supuesto, inmaduras, incultas e ingratas con el lector. No buscan ser una verdad. No son un acierto, son un desatino total. Los personajes no están cuerdos, y si concuerdas con ellos, probablemente no lo estés t...