♣𝒴 𝒜𝐿 𝐹𝐼𝒩𝒜𝐿♠ 𝒮𝒸𝒽𝓁𝒶𝓉𝓉 𝓍 𝒬𝓊𝒶𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎

♧𝘜𝘕𝘐𝘊𝘖 𝘝𝘈𝘓𝘚 ♤

-¿Me permites este baile, querido Schlatt? -Mantiene los ojos cerrados, dejando que la esencia de sus cuerpos se envuelva junto al ambiente. Junta delicadamente sus manos para iniciar una elegante danza, lo que no provoca ninguna reacción en su contrario. Ni siquiera el aroma de las velas podrá detener sus acciones, puesto que ha esperado toda una eternidad para hacerlo realidad. Le importa un carajo lo que piense el de mayor estatura, que esa noche solamente era para ellos dos.

Permite que te invite a la despedida,

no importa que no merezca más tu atención,

Así se hacen las cosas en mi familia,

Así me enseñaron a que...

Las hiciera yo.

Une su frente con la de su opuesto, dejándose llevar por el tranquilo ritmo de la canción. Desconoce si el de cabello castaño lo está disfrutando o lo odia con toda su alma, pero tampoco es como si fuera a parar por él. ¿A quien le importa lo que ese idiota sienta? Solo quiere una agradable velada a su lado. Sigue manteniendo los ojos cerrados, esperando a que el olor de los inciensos entre a su nariz.

Permite que te dedique la última línea,

No importa que te disguste esta canción,

Así mi conciencia quedará más tranquila,

Así en esta banda...

Decimos adiós.

Con cada estribillo resonando en la semioscura habitación es que gira junto al cuerpo de su querido chico, creando una distinguida atmosfera. Alza su mano y acaricia el cabello de éste sin importarle su reacción, más no obtiene tan siquiera un suspiro de él. Aunque al principio lo frustra, sigue la corriente y no transmite emoción alguna.

Y al final...

Te ataré con todas mis fuerzas,

Mis brazos serán cuerdas

Al bailar este vals...

Con el inicio del coro es que sus brazos comienzan a entumirse, más no es de su agrado el pensamiento de detenerse a descansar. Ignora el hecho de que su acompañante podría estar agotado y que tal vez es por ello que no ha dicho nada desde que llegaron, ya que pensar en el bienestar del otro si que lo hace disgustarse hasta las venas.

Le da igual, abraza al de cuernos lo que sus extremidades estén dispuestas a soportar. Paso tras paso es que la composición evoluciona, otorgándole una ligera tranquilidad al de ojos almendrados.

Y al final...

Quiero verte de nuevo contento,

Sigue dando vueltas,

Si aguantas de pie...

Primera vuelta, y carcajea ruidosamente para sus adentros. Segunda vuelta, y sin vergüenza toquetea los cuernos de su compañero. Tercera vuelta, y tararea la aquietante melodía del lugar. Nunca había experimentado una vigilia tan pacifica con el castaño, ni siquiera cuando recién se conocían. Al imaginar que siempre hay una primera vez para las cosas, es que sonríe plenamente para recordar por siempre ese momento. Jamás quiere olvidarse de esta sensación.

Permite que te explique que no tengo prisa,

No importa que tengas algo mejor que hacer,

Así nos podemos pegar

Toda la vida

Así si me dejas,

No te dejaré de querer.

Funde sus cuerpos con la esperanza de provocar por fin un suspiro en su contrario, pero no lo logra, solamente silencio es lo que logra percibir. No tiene prisa, sabe que dentro de poco todo ello terminará. No tienen nada mejor que hacer después de su noche, ¿Por qué detenerse?

Coloca su cabeza en el pecho del chico alto, tratando de sentir el calor que éste pueda compartirle. Quiere quedarse así por siempre.

Y al final...

Te ataré con todas mis fuerzas,

Mis brazos serán cuerdas

Al bailar este vals...

Mueve sus caderas estrepitosamente para darle sazón a los tranquilos pasos, ya que sabe su acompañante no dirá nada. El embriagante vino vuelve a hacer de las suyas, prestándole una euforia pasajera. Sabe que la canción está por terminar, haciéndolo dudar entre la felicidad y el vacío. Sigue con su misión como si nada, esperando el final de todo.

Y al final...

Quiero verte de nuevo contento,

Sigue dando vueltas

Si aguantas de pie.

Ambos rematan aquel vals con algunos giros de más, para finalmente detenerse junto al abundante silencio entre las paredes del sitio. El aroma de las veladoras sigue en pie, combinándose con los inciensos y los cráneos aromáticos. Una extraña pasión crece dentro de él, comenzando con algunos diálogos antes de por fin abrir los ojos.

-Vaya... Eso fue tan magnifico, ¿verdad Schlatt? -Sonríe un poco, más no reconoce la voz del chico por ningún lado. -Sigues sin querer hablar, ya veo... Maldito malnacido, desgraciado hijo de puta. -Quiere insultarlo más, pero se detiene al sentir un palpitar en su palma derecha.

-Te gusta que te insulte, ¿no? Maldita sucia.

Abre los ojos por fin, observando una sala con humo y la llama de las dichosas velas a su alrededor. Nadie a su lado, él es el único dentro de aquella habitación. Agacha la mirada y acerca su mano, esa que sostiene una víscera de pésimo olor.

Acerca el órgano a su boca, dando un pequeño beso en la vena superior y para posteriormente pegarle una enorme mordida. No se detiene a pensar en el sabor porque el sentimiento de asco hacía su dueño puede más. Si, se está comiendo su corazón.

-¿Qué te parece esto? ¿eh? -No hay respuesta alguna, pero no la necesita. Está disfrutando de ello más que el mismísimo baile. -Ya no soy tu Flatty Patty. Ahora yo soy tu verdugo, perra.