5-Bachata

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GAVI

Estaba jugando con mí comida pensando en Camila y ese chico, me bajaba el autoestima saber que ella me tenía en frente todo el tiempo y que no le importaba, en cambio, con ese chico era diferente, ella lo buscaba, no sé qué sacrificios debía hacer para que ese milagro sucediera.

-Gavi, pásame la sal porfa-Me pidió Camila amable y yo se la di.

Seguimos comiendo cuando llego el, Finley Burns.

-Hola a todos-Saludo el chico.

-Hola amor-Camila le dio un beso en los labios.

Pedri miró mal a Finley, estaba muy celoso.

-Va a comer con nosotros para que lo conozcan mejor-Anuncio Camila y Finley se sentó a su lado.

-¿Quieres carne Finley?-Le pregunto Ferran.

-No gracias, no como animales-Nos avisó.

Pedri se río en silencio.

-Disculpa por la ignorancia pero, cómo besas a un ser que lo único que come son animales-Se refirió Pedri a Camila ella lo miro con los ojos entrecerrados del enojo.

-No soy alérgico a la carne, es diferente a comer directamente, de hecho...-Beso a Camila.

Los mire tan enojado que podría jurar que estaba rojo y me salía humo de las orejas, era tan perfectito y Camila se le caía la baba por el, cómo quiero intercambiar de vida con este niñato.

EMILIA

Mire a Gavi cuando Finley me beso, me dio tanta ternura lo rojo que se puso de celos, en verdad Finley era lindo y todo pero no como Gavi, el era al que quería a mis pies para poder hacer lo que quiera con el, de manera romantica claro, y lo estaba logrando.

Después de comer, nos fuimos a la habitación con Finley, estaba mirando mí teléfono cuando el se me acercó y me beso, puso sus manos en mis muslos, poniéndome incómoda, deje de besarlo y lo mire nerviosa.

-¿Que pasa?-Me pregunto.

-Es que creo que estás medio zarpado-Rei nerviosa.

-Porfavor-Exclamo.

Me volvió a besar y se lo seguí fue tranquilo, pero puso sus manos en mí culo.

-¡Dije que no!-Me molesté.

-Camila que te pasa, no seas bebé-Se burló.

-No querer que me toques no es ser una bebé-Asegure.

-Por favor, a todas les gusta-Puso su mano en mí pierna y yo me alejé.

-A mí no, vete por favor-Le pedí.

-Es en serio-dijo sorprendido.

-Si, no quiero volver a verte-

-Esta bien, nenita-Se fue de la habitación.

Cuando se fue se me salieron unas lágrimas por el rato que pase, estaba en mí cama llorando cuando entro Gavi.

—¿Camila?—Dijo Gavi confundido.

—¿Cómo entraste?—Pregunte limpiando mis lágrimas.

—Estaba abierta la puerta, pero porque lloras—Se preocupó.

—Finley, quiso pasarse conmigo, me tocó—Le conté.

Gavi me miró con lástima, y me abrazó.

—No pasa nada, el ya no está más, no puede volver a hacerte nada—Me calmó.

Sin el nada es posible-Pablo GaviraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora