Había pasado el encuentro de México contra Polonia en el cual Memo Ochoa fue muy destacado por su hazaña de detener aquel penal de Lewandowski.
Las miradas estaban puestas en él desde aquel entonces y ahora las voces de todos se unían a la presión que la selección, y sobretodo Memo, tenía.Se avecinaba el partido contra Argentina, y las expectativas sobre su desempeño como portero invadían su mente, eso y el hecho de que se volvería a encontrar con el delantero carismático que se gana la mirada de todos solo por existir.
No iba a negar que era buen jugador, pero por lo bajo sentía envidia de que la gran mayoría de criticas hacia el argentino fueran positivas, en contraste con las que se hacían hacia él y su equipo.No iba a negar que también llamaba la atención por ser atractivo, cuando se dejaba la barba se veía mucho mejor, aquellos tatuajes de su brazo le sentaban bien, además de que su altura era perfecta para poder abrazarlo recargando el mentón en su cab-
No. Se estaba distrayendo.
Terminó de ponerse los últimos detalles de su uniforme cuando una voz lo llamó a la cancha para comenzar a calentar antes del encuentro, pensó que tal vez eso lo ayudaría a distraerse un poco de los pensamientos intrusivos que le llegaban.
Estaba equivocado.
Esos pensamientos no se fueron, y continuaron provocando que Memo divagara en su mente, siguiendo el calentamiento de forma automática pero con la mirada perdida. Dentro de ese trance de pensamientos, alguien percibió como el arquero no estaba al 100% con la mente en la cancha.
— Eh, wey, ¿estás bien?— dijo Guardado mientras tocaba el hombro de Memo.
Ochoa despertó de su lío mental para poder prestar atención a su compañero.
— Ah sí, perdón, estoy pensando en el partido.
— Tranqui, hombre, vamos a hacerlo bien, hay que concentrarnos.
— Está bien.
Y con eso se dedicó a concentrarse solo en él y su equipo.
Después de un tiempo salió el equipo de Argentina a calentar, y la selección mexicana fue hacia los vestidores para terminar de prepararse.
Mientras tanto, Messi se encontraba atento a la hora de salida de los mexicanos, en específico por su portero. Aquellos rizos que le ha encantado ver desde hace ya un tiempo en encuentros amistosos, los ojos brillantes que poseía, y –no iba a mentir– la forma en la que se enojaba durante algún partido le parecía sumamente atractivo.—————————————————————————
Mientras estaban las formaciones para salir a la cancha e iniciar el partido, Messi quiso acercarse a saludar a Ochoa con algún abrazo casual, y así lo hizo. El argentino llamó la atención del arquero mexicano para poder concretar el saludo, Memo no se opuso o reprochó el contacto pues no era alguien que se caracterizara por ser descortés.
Aquel abrazo permitió darle una ligera prueba del olor de la loción de Memo. Dicho olor lo embriagó y lo hizo desear quedarse por más tiempo en aquella posición, pero por obvias razones era imposible.El partido estaba a punto de comenzar, todos estaban en sus posiciones listos para comenzar a jugar una vez que el reloj empezara a correr.
Y así fue, a partir del primer segundo la adrenalina dentro de cada jugador empezó a correr con más fuerza por sus cuerpos.Así transcurrió el primer tiempo, ambas selecciones regresaron a sus camerinos para platicar las estrategias del segundo tiempo. Memo lo estaba haciendo bastante bien al mantener su total atención en el juego y esperaba que así fuera en el segundo tiempo, logró mantenerse atento cuando Messi quiso hacer un disparo, así que estaba seguro de que podría mantenerse así hasta el final del partido.
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Minuto 64 | Messi X Ochoa
FanfictionBastaban únicamente 64 minutos para que la paciencia que tenía Memo sobre Lionel se desbordara, tenía ya rato que el arquero mexicano no aguantaba al delantero argentino, el hecho de que fuera tan bueno lo sacaba de sus casillas, aunque... ¿estaba s...