Taehyung no es muy fan de ir al gimnasio a ejercitar su cuerpo, por lo general el alfa prefiere pasar su tiempo viendo series o películas, tocando saxofón aunque lo haga mal todavía, comiendo o salir a darle paseos a Yeontan. Sin embargo, Jimin le ha dicho que salir a caminar de vez en cuando no es suficiente.
Él dice que se puede hacer hipertenso, pero no le da tanta importancia. piensa que de algo tiene que morir.
No obstante, un día Taehyung piensa que todo el mundo, hasta el universo, se ha puesto en su contra ya que Jimin logró vestirlo con ropa cómoda, sacarlo de su casa para por fin meterlo al gimnasio al que asiste.
—¡Dijiste que me llevarías a comer! —reniega entrando al local detrás de su amigo.
—Mentí.
—Ya sé y ¡estoy muy molesto! —vuelve a renegar ya que su estomago se preparó para recibir alimentos y ahora tiene una gran hambre —no me mientas así, ahora estoy enojado y hambriento.
Jimin se ríe aún sin parar de caminar, gira por un pasillo continuando con su recorrido hasta que entra a la habitación donde se encuentran los casilleros. Guarda sus cosas ignorando hasta el momento las quejas de su amigo.
—Dame tus cosas, las voy a guardar.
—¿No me estás escuchando? —se cruza de brazos sin la intensión de darle nada —yo ya me voy.
Taehyung se gira para salir del cuarto, piensa que ya hizo suficiente ejercicio con venir hasta acá para nada, sin embargo, su caminata fue interrumpida por una mano de su amigo que le tomó el hombro por detrás.
—Taehyung, perdón —se disculpa sinceramente —sé que estuve mal al mentirte de esta forma, pero me preocupas.
Taehyung mira desde arriba como Jimin mantine una cara triste. Levanta la ceja derecha y mantiene el rostro neutro.
—No.
Se dio la vuelta otra vez esta vez decidido a salirse de la habitación, pero otra vez es parado por su amigo.
—Te compraré lo que quieras para comer saliendo de aquí.
Y esa era una oferta que no podía rechazar por más que lo quisiera. Escuchó a su estómago gruñir una vez más.
—¿Lo que quiera? —preguntó para asegurarse de que la propuesta sea verdad y no otra vil mentira.
—Sí, lo que quieras y ya no te molestaré más con venir.
Una sonrisa ladina emerge de sus labios y asiente suavemente ante las palabras del otro alfa, eso le parecía un buen trato después de todo el sacrificio que estaba haciendo ahora.
—Lo aceptaré —concedió.
Jimin se endereza y aplaude con sus manos mientras le sonríe al más alto.
—Bien, como es tu primera y última vez solo haremos cardio en la caminadora para que no te esfuerces tanto, después...
—¿Después? —dijo en un tono acusador.
Jimin rueda los ojos.
—Está bien, solo cardio.
Taehyung asiente más feliz de haber logrado su cometido, por lo que ahora se hace a un lado del camino de Jimin y le hace una señal con la mano abierta para que pueda pasar antes de él hacía la puerta.
—Después de usted mi fuerte alfa.
Jimin le da un golpe en el pecho que para sorpresa de Taehyung le dolió un poco, sin embargo, la sonrisa que tenía puesta en la cara nadie se la quitaría ya que había logrado lo que quería.
—Deja de burlarte y sígueme.
Escuchó y siguió al alfa más pequeño por detrás. Salieron del área de los lockers y entraron a la sala donde estaban todas las maquinas para hacer ejercicio. Taehyung de repente de sintió tímido y desnudo cuando se fijó que todos los alfas de ese lugar tenían cuerpos envidiables, no es que quisiera tener su cuerpo así tampoco, pero al final de cuentas se sentía raro por parecer alguien tan escuálido.
Que bueno que solo vendría esta vez.
Ya un poco más tranquilo avanza hasta las caminadoras y junto a Jimin comienza a configurar su maquina como el otro le ha enseñado.
Se mantine una media hora caminando en el mismo lugar, luego acompaña a Jimin a otros sitios dentro del gimnasio donde se dedica a hacer brazos y piernas en las maquinas que tienen esa función. Claro que es invitado a participar, pero el nada más está ahí por la comida que le prometieron. No obstante, para no estar aburrido se dedica a grabar a su amigo avisándole que le sacaría algunas tomas y mientras graba siente un aroma que le resulta bastante atrayente.
Deja lo que estaba haciendo olvidando que el teléfono seguía grabando y disimuladamente camina por todo el salón hasta que encuentra la fuente de ese exquisito olor. Se acerca despacio y sin tacto pregunta cuando tiene a un hermoso chico en frente.
—Disculpa, ¿Cuánto pesas?
El chico hace una cara que Taehyung no entiende.
—Mm... ¿para qué?
Taehyung niega con la cabeza.
—Para nada... solo tenía curiosidad.
El bonito chico de aroma delicioso se cruza de brazos frente a él, inspecciona de pies a cabeza a Taehyung y se encoge de brazos ya no dándole importancia.
—Setenta.
—Gracias.
Dio una vuelta a la dirección por la que había llegado y caminó hasta donde había dejado a su amigo quien ya solo estaba descansando un poco.
—¿Ya terminaste? —le preguntó.
—Sí, solo dame cinco minutos —se seca el sudor de la cara con una toalla que cargaba en el hombro —¿donde estabas?
—Ah... pues, por ahí.
Jimin entrecierra los ojos dándole una mirada llena de sospecha.
—Ojalá no hayas hecho nada extraño.
—Poquito, creo... —dice quitándole importancia.
—Ay no... debes contarme que hiciste Kim —usa un tono exaltado mientras se levanta.
—Más tarde —sisea viendo alrededor que algunas personas los miran con mucha curiosidad —vamonos.
Ambos alfas hacen reverencias a los demás disculpándose de perturbar el tranquilo ambiente que yacía en el lugar y se dirigen a la sala de lockers por sus cosas.
Taehyung decide que debe venir otra vez.
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