Los días después de su descubrimiento pasaron con mucha lentitud, pues estaba en constante debate sobre qué era lo que quería hacer, en varias ocasiones se sorprendió a si mismo acariciándose su aun abdomen plano distraídamente, otras veces sin poder evitarlo se le salían las lágrimas ante lo incierto de su futuro. Pero sus dudas se disiparon cuando miró de nuevo el profundo azul en los ojos de Steve y su amable sonrisa, en ese momento se preguntó si su bebé tendría los ojos de su soldado... deseaba que así fuera.
-Hola. -saludo en un susurró con una sonrisa.
-Hola. -respondió en el mismo tono.
Steve se hizo a un lado para que Tony pudiera entrar a su casa. Cuando el menor estuvo dentro, cerró la puerta y sin perder tiempo lo abrazó lleno de cariño.
-Te extrañe mucho. -le hizo saber el rubio muy cerca de su oído sin soltarlo ni un poco.
-Yo también te extrañe. -correspondió el más joven.
Permanecieron abrazados un buen tiempo, disfrutándose uno al otro, sin querer soltarse.
-Steve, tengo algo que decirte. -empezó en voz muy baja.
El soldado tomó un poco de distancia entre ambos, pero sin soltarlo.
-¿Qué pasa?
Tony se mordió el labio inferior con ansiedad, ante la intensa mirada interrogante que se posaba en sus ojos de forma insistente.
-Yo... Yo no sé cómo decirte esto...-empezó con mucho nerviosismo-Steve... primero quiero que sepas que no estas obligado a nada ... yo entendería si tu... quisieras irte. -dijo con la voz rota.
-Tony, me estas asustando ¿Qué pasa? -preguntó con genuina preocupación.
-Steve, yo estoy...-tomó aire con nerviosismo al sentir como el agarre del mayor se apretaba ligeramente-Yo... vamos a tener un bebé. -soltó de golpe sin poder evitarlo.
El pulso de Tony empezó a acelerarse al ver la expresión en blanco del mayor. Vio como los ojos de su novio pasaron de su rostro a su vientre y empezó a entrar en pánico.
-Dime algo por favor. -suplicó el castaño a punto de llorar.
-Un bebé...-murmuró-¡Un bebé! Por dios, ¡Tony, vamos a tener un hijo! -gritó con una sonrisa antes de apretarlo en un abrazo otra vez y después lo besó con mucha emoción.
-¿No estas molesto? -preguntó confundido.
-¿Molesto? ¿Por qué estaría molesto? Tener un hijo contigo es todo lo que le pedía a la vida, puede que sea muy pronto, pero, Tony ahora más que nunca estoy totalmente seguro de que quiero pasar el resto de mi vida contigo. -declaró con una enorme sonrisa. -¿Cuánto tiempo tienes? -preguntó con los ojos brillantes.
Tony parpadeo varias veces sin entender.
-Yo... no sé, me entere hace poco...-balbuceo.
Entonces es necesario hacer una cita en el medico cuanto antes para verificar que todo esté bien.
-Steve, tengo miedo-admitió-cuando Howard se entere no sé hasta dónde es capaz de llegar y mi madre...
-Yo me voy a encargar de eso. -interrumpió con un tono que no admitía replicas-A partir de ahora yo te voy a cuidar... a ti y a nuestro bebé. -añadió con una sonrisa.
Sin poder evitarlo el heredero de los Stark sintió como la pesadez que tenía sobre los hombros se desvaneció con tan solo esas palabras y guiado por este sentimiento se abrazó nuevamente al hombre como quien se aferra a un salvavidas en medio del mar.
