Capítulo 5

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-No repitas cosas que ya dijiste, Joshua. –le dije aún molesta.

-Pues tú tampoco lo hagas, Kelly. –me contestó.

-No es ningún juego, no puedes besarme así, tienes novia Joshua, ten un poco de respeto. Si no lo tuviste hacia mí, tenlo hacia ella como mínimo. –le dije. –y quiero que te vayas de mi casa, ya continuaremos la maqueta otro día.

-Está bien, lo lamento. –Joshua guardó las cosas en su mochila y salió de mi casa.

Guardé mis cosas y subí a mi habitación. Dios, con este chico como se batallaba. Me puse a ver un poco de televisión hasta que me quedé dormida como a las once de la noche, a las once y media entre sueños sentí que mi padre entró, apagó la televisión, me tapó con una manta y se fue. Tan lindo mi papá.

A la mañana siguiente, me levanté tarde. Por lo tanto, me bañé tarde, me alisté tarde, desayune tarde y por ende, llegué tarde a clase. Entre diez minutos tarde al salón, con el cabello empapado y la ropa algo desalineada y eso ocasionó que todos me miraran al entrar, incluido Joshua. La maestra me dio el pase y yo fui a sentarme en mi lugar, junto a Tara.

-¿Qué te ocurrió Ly? –me preguntó Tara.

-Se me hizo algo tarde. –le dije tratando de arreglarme un poco.

-¿Algo? –me dijo sarcástica.

-Eres tan buena amiga, un amor con patas. –le dije igual de sarcástica.

-¿Amor con patas? –me preguntó al borde de la risa cuando la maestra interrumpió.

-Kelly, todavía llegas tarde y a platicar con Tara. –me reprochó.

-Lo lamento, maestra ya guardaré silencio. –le dije.

-Eso espero jovencita, espero mucho de ti del proyecto asignado.

Am, ¿Ok?

Solo asentí y presté algo de atención a la clase, a la salida al receso Tara y yo fuimos a la cafetería por algo de comer y nos sentamos en una mesa, en ese momento Joshua llegó.

-Hola. –nos saludó. –Hey, Kelly. Hoy juntémonos para terminar el proyecto.

-Dirás empezarlo... -le corregí.

-Cierto. –coincidió. -¿Puedes hoy? En mi casa.

-Claro, así por fin acabamos.

El asintió y luego fue a su mesa con su novia. Uh.

Siguieron el resto de clases y al momento de salir, Joshua me esperaba en la salida.

-¿Qué haces? –le pregunté.

-Creí que haríamos el proyecto. –me respondió.

-Sí, pero más tarde ¿no?

-Y, ¿por qué no ya?

-Tengo que ir a comer, a cambiarme. –le respondí evidente.

-Comemos juntos, por la ropa no hay problema. –me dijo. –Vamos Kelly.

No me quedó más remedio que aceptar, me despedí de Tara y me subí al auto de Joshua con él.

Llegamos al apartamento de Joshua y me ayudó a bajar. Entramos y me sorprendí al ver que algunas de nuestras fotos seguían en los muebles de su casa.

-¿No has traído aquí a tu novia? –le pregunté.

-No, ¿por qué lo dices? –me respondió intrigado.

Yo solo me limite a girar mi cabeza hacia las fotos.

-Oh. Si. No he tenido tiempo de quitarlas. –se excusó.

-Ah. ¿Qué comeremos? –le pregunte cambiando el tema.

-¿Quieres pizza? –me preguntó y yo asentí saboreándome la pizza en ese instante. El asintió al igual que yo y tomó el teléfono para ordenar la pizza. Cinco minutos después de que colgó, hablé.

-No la pagarás tú. –le dije.

-Si lo haré. –me contestó.

-No. No lo harás. –le dije decidida.

-Ya, Kelly. Si lo haré. –me respondió y el timbre de la puerta sonó en ese instante. Lo que sucedió fue épico, nos miramos como si fuera una pelea anime y corrí a abrir la puerta pero Joshua me tomó por la cintura y me lanzó al sofá y caminaba con decisión a la puerta pero yo fui y me le lancé a la espalda, el me agarro de caballito y luego en una maniobra me traía sobre su hombro, en eso abrió la puerta.

-¿Usted ordeno una pizza? –preguntó el chico que supongo era el repartidor, no lo podía ver ya que yo estaba de espaldas a la puerta, bueno, de trasero a la puerta.

-Sí, ¿Cuánto será? –le preguntó.

-No, ¡Joshua! –le grité. El repartidor de pizzas dijo una cantidad, Joshua pagó, tomó la pizza y lo último que escuche fue el sonido de la puerta cerrarse.

Joshua llegó al sofá y me lanzó de nuevo a él.

-Eres un maldito. –le dije.

-Corrección, estúpido y sensual. –me dijo.

-Ni que fueras un personaje literario y si no quieres que me moleste más, dame un trozo de pizza. –le ordené.

-A la orden, jefa. –abrió la caja y me dio una rebanada de pizza, yo conforme la tomé y me la comí.

Luego de terminar de comer limpiamos todo el lugar donde trabajaríamos y salimos con rumbo a mi casa por las cosas de la maqueta. Saludé a mis padres, tomé lo que necesitábamos y salí de mi casa.

Al regresar a la casa de Joshua empecé a entrar en pánico, estaríamos solos, en casa de Joshua. ¿Comprenden?

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