¿Quieres pastel? KookV

Capítulo 1

Definitivamente ser vecino del gran Jeon Jungkook era un crimen. Con ese cuerpo de dios griego, la mirada más seductora que he visto en mi miserable vida más esos brazos que quisiera que me ahorquen todos los días con esos tatuajes que lo acompañan hace verse tan...pero tan inalcanzable. Por todos los cielos, verlo todos los días era sin duda la condena más grande que tendré el resto de mi vida, pero a quien le importa. Mientras no me mire como yo lo veo a él seguiré siendo eso, solamente un simple "vecino".

Y ahí estaba yo revisando que no me falte nada a punto de salir por el bus o tendría que llegar caminando a la Uni. Hoy sería el cumpleaños de mi vecino y como cada año él me invitaría nada más por compromiso ya que hemos vivido nuestra vida juntos prácticamente, uno al lado del otro.

Iba tan concentrado al salir de mi casa revisando si todo estaba en la mochila que no note a Jeon parado a mi lado hasta que alce la vista.

- Por lo menos podrías decir un "Hola" o "Buenos días" por favor, casi muero del susto. -Susurre mientras apretaba la mochila contra mi pecho.

-No exageres Kim, no quería asustarte, pero estabas concentrado en tus libros. En fin, te recuerdo como todos los años te espero por mi cumpleaños será algo sencillo ya sabes en mi casa a las nueve.

-O-Oh si claro, se me olvidaba, tu cumpleaños. - Ahh...solo que esta vez no creo poder asistir tengo planes con... Jimin, si Jimin y yo hicimos planes para esta noche.

-Mmm... comprendo, no hay problema será el siguiente año. - Solo quería recordartelo, pero si ya tienes planes no podemos hacer nada, ¿cierto? Como sea me voy, adiós. -Mencionó al darse una vuelta y sacudir su mano dándome la espalda.

Genial ahora tendría que pensar en que hacer con Jiminie el resto de la noche. Tal vez una noche de películas no estaría mal hace tiempo que no tenemos una pijamada.

-Que rayos no debería importarme si viene o no a la fiesta -susurró para sí mismo. -Pero tenerlo a mi lado todos los años cantándome mientras soplo las velas se ha vuelto una necesidad para mí. -Se repetía mientras seguía de espaldas y sacudía la mano en muestra de despedida.