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— Knuckles... — Su suave voz parecía raspar desde las entrañas.

Aquello ni siquiera había salido cómo para oírse. Pero vamos.

Sonic creía que al estar bajo el regazo de su novio podría fácilmente pedirle aquello que tanto había querido hacer tiempo atrás.

En dónde por primera vez descubrió un Knuckles distinto sobre la cama.

Una ocasión en la cuál juraría que fue una de las mejores, gracias a esa gran ferocidad.

Sonic podría comprender que el sexo así no era para todos. Y por debajo de ese sometimiento estaba aquello lindo y adorable que era por lo que también gustaba.

La pasión, delicadez con que solía ser en esos momentos era algo que podría gozar fácilmente.

Lo había hecho por más de dos años, y un poco más.

Knuckles seguía siendo cuidadoso por incluso hasta cuándo metía su gruesa boa tratando de no lastimarlo, su voz también servía de apoyo cuando veía necesario.

Brindando esa cortesía, que en dudas o preguntas se presentaban en sí esté lo estaba haciendo correctamente.

Su pareja desde inicios fue consciente en esa parte, bastante quizá.

Y eso, en Sonic significó mucho. En su momento eso fue lo que asoció en que Knuckles era muy lindo cómo para ser algo diferente.

Pensar que su amado podría ser malo o un poco más rudo en acto sexual era algo que ni siquiera podía imaginar.

No veía el inconveniente, más aquello no parecía estar por eso mismo.

El proceso era tierno, tan apasionado que no veía esa necesidad de cambiar las cosas solo por un nuevo intento de agresión.

Más aún así, esa idea se vino a bajo al notarlo de su equidna en posición.

Diciendo alguna que otra mal palabra o maldición, gruñendo entre dientes y por supuesto dando fuertes nalgadas en esa zona.

Había alcanzado un éxtasis diferente y en su cuerpo una adrenalina que en su instante, se quedó por otros varios segundos más.

Definitivamente algo que fue único, y delicioso en ese día.

Por ello, anhelaría repetirlo una vez u otra más, complaciendo ese deseo tan carnal que había surgido desde en ese entonces.

Solo que faltaría una cosa importante que aún seguía intentando planificar.

Decirlo a su chico.

Sonic comprendería que pedírselo, no sería tan buena idea en ese momento, asumiendo que el antiguo protector le prestaba menos atención al tener en su uso la televisión.

Asegurarse de que Knuckles lo estaría escuchando en ese estado, era e igual a cómo sí pidiera a un bebé que fuera a conversar con él.

Por lo que sí, era imposible.

Usar así su boca sería un desperdicio y a su vez sería más difícil, del que en minutos anteriores ya era.

Debía, sí quería hacerlo, usar métodos que solucionarán ese problema y poco de ese obstáculo.

Observó a su pareja pensado. Chaos ni siquiera imaginaría que ese día que se decidiera a probarlo le costaría mucha preocupación e inquietud.

Sonic no era de mucho sobre pensar o idealizar las acciones posteriores que haría.

Siempre fue de ir, hacer las cosas a su manera sin pelos en la lengua, firme.

Desconocería porque se sentiría de tal forma de instante, y más aún con quién a vivido por largos años a junto.

[Sonuckles] Sin Contención.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora