ʏᴏᴜ sᴛɪʟʟ ᴍᴀᴋᴇ ᴍᴇ sᴍɪʟᴇ. Eᴠᴇɴ ɪғ ʏᴏᴜ'ʀᴇ ᴛʜᴇ ʀᴇᴀsᴏɴ ᴡʜʏ I'ᴍ sᴀᴅ.
Gehenna nunca tuvo una buena relación con sus padres, pero para su suerte (o desgracia) la transfieren a Nevermore, una escuela para excluidos.
Allí pasarán demasiadas cosas que cambia...
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Me encantaría saber de donde surgieron esas locas ganas de mis padres sobre enviarme a un internado como este, es decir, ¿realmente tienen tantas ganas de que sea como ellos, que me tienen que enviar a un internado lleno de raritos y locos sedientos de sangre teniendo yo tan solo trece años? Haber, no es que niegue haber intentado ahogar a esa rubia cara de nada, en un almuerzo, con dos palitos de queso tapando su nariz y con mi mano en su boca. Realmente no me arrepiento de nada, sinceramente lo disfrute mientras duró, pero digo intentado porque para mi suerte, la directora estaba justo al lado.
Conociendo a mis padres, ellos buscarían cualquier excusa para transferirme a la escuela que tanto amaban, nevermore, la escuela en la que se conocieron junto a mis tíos, Homero, el hermano de padre y Morticia. Y claramente mi intento de homicidio fue la excusa perfecta para lograr su cometido.
Ademas de que a ellos nunca les gustó mi actitud, mi forma de ser ni mi forma de vestir y solían decir que era una pérdida de tiempo intentar educarme si total iba a terminar haciendo lo que yo quisiera. En este escuela supuestamente iba a porfin parecerme a ellos aunque sea en un mínimo cabello.
Por todas las cosas que me decían mis padres de esta, sonaba tan malo como que te entierren en un ataúd de cartón. Literalmente sonaba repugnante.
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-Por desgracia no podemos echar a su hija de nuestra institución a mitad de semestre, así que con el consejo hemos decidido que le permitiremos terminar el año aquí y luego podrá transferirse con tranquilidad.
Casi que salto de felicidad. Podía odiar mucho esa escuela llena de niñatadas engreídas con sus asquerosas colas de caballo, pero me parecía mucho más terrible aquel internado al que me querían mandar.
-¿Y por qué es eso? Tan solo haga el pase de transferencia ahora y permitame sacar a mi hija de este repugnante lugar.
Mi madre se había alterado sin lugar a duda. Ella odiaba más que yo aquel establecimiento, además no veía la hora de que yo pueda tener aquel cambio radical que ella deseaba.
-Son las nuevas reglas del gobierno, señora Addams. Lamentamos no poder cumplir con su petición de transferencia pero es lo que hay.
Esa señora no lamentaba nada y se notaba. Realmente deseaba que yo de una vez por todas me vaya de ese lugar y no aparezca nunca más, pero lastimosamente tenia cierta verdad en sus palabras, y es que por reglas del gobierno, yo no podía irme sin terminar el año.
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Cuando finalmente terminó el semestre, la directora con mucho gusto y entusiasmo armo mi pase de transferencia. Se estaban empezando a cumplir los deseos de todos menos el mio. Mi ahora ex directora me quería fuera de su institución; yo me estaba yendo. Mis padres me querían en esa cárcel llamada nevermore; estaba a tan solo dos meses de ahí y realmente tenía miedo. Mucho miedo.
