Mientras observaba y besaba la carta, pude sentir unos pasos ágiles, como de zapatos con taco detrás de mí. Supuse que no eran para mí, así que seguí caminando y contemplando la carta. Y por supuesto, fantaseando con Sophie. Sophie disfrazada, Sophie vestida, Sophie des-vestida,..
Los pasos cada vez se acercaban más a mí costado derecho, así que me dí vuelta.
-"¿Hola?" -dijiste, desconcertada.-
Esa voz te sonaba familiar. MUY familiar. Parecía ser grave, pero como si una persona con voz femenina estuviera fingiendola. Los ojos de la extraña detrás tuyo se abrieron como platos. O eso supusiste... Llevaba lentes de sol muy oscuros, y una clase de bufanda, rota y de aspecto sucio que cubría la mitad de su cara. Podrían ser dos cosas:
1- La persona pertenecía a otra cultura.
2- Se estaba escondiendo de alguien, estaba disfrazada.
La segunda te parecía más interesante. Pero, para interrumpir tus pensamientos, el extraño habló.
-"¡HOLA!" -gritó.- Estaba jadeando, buscando aire, se veia emocionado.
-"¿Puedo ayudarte e- en algo?"
-"SI. Necesito tú nombre, y ya. Y si es posible, que me acompañes hasta algún lugar más privado."
Contemplaste al extraño de arriba hacía abajo por dos segundos. No te habías dado cuenta del aspecto de su pantalón y zapatos, que eran totalmente diferentes a ese trapo sucio sobre su cabeza. Era un pantalón y brillante. Parecía recién sacado del lavarropas. Sus zapatos tenían largas plataformas, también negras. Toda su vestimenta se veia lujosa.
-"Primero que nada, me llamo t/n."
-"Que lindo nombre, t/n (nombre completo)."
-"Ja... Gracias. Llamame (apodo)." -explicaste.-
-"Y... Bien, no te conozco. Será difícil que te siguiera hasta algún lugar extraño."-seguiste, hablando con la voz firme.-
La extraña hizo una mueca de confusión, pero luego pareció percatarse de algo.
-"Ah, esto."-señaló su capucha.-
-"Acercate."
Y así hiciste. Te acercaste al rostro del sujeto desconocido y pudiste sentir el hedor de la tela que tenía encima.
-"Si, me conocés."-siguió la extraña.-
Se sacó la bufanda larga que tenía encima y te miró.
ERA BROWN! ERA SOPHIE BOBBY BROWNIES!
Tus ojos se abrieron como platos y así también hizo tú boca.
-"Señora, yo-"
Sophie te tapó la boca y tomó tú mano, dirigiendote a cierta casa en una esquina bastante oscura.
Apenas entraste a la casa, pudiste notar como ella te tapaba los rasgos faciales menos tú nariz. Todo estaba negro, pero valía la pena por ver a Sophie.
