Todo fue mi culpa

Un buen inicio

Todo era hermoso en un inicio, el amor desbordaba de ambos hombres... Gojo al fin había encontrado su felicidad en su amado esposo, después de tantos años de locuras al fin había sentado cabeza ahora era un hombre de casa, su pasado como mujeriego había quedado atrás solo era una historia pasada ya que se encontraba en un nuevo capítulo de su vida el de ser un hombre casado y devoto a su pareja.

Si bien su relación no era privada tampoco era pública, Yuuji amaba la privacidad así que a menos que se les preguntara no decían que estaban casados, Gojo nunca negó a Yuuji siempre le daba su lugar cuando alguien intentaba humillarlo... Realmente se amaban demasiado.

Yuuji era consiente de que su actual esposo fue un casanova antes de conocerse, no le molestaba en absoluto eso pero lo que si le molestaba era que sus ex amantes llegarán a la puerta de su casa solo a restregarle en la cara que ellas ya se habían cogido a su marido... ¿Por que chingados le decían eso? A él le valía madres con cuántas había cogido Gojo, en ese entonces no se conocian es más Yuuji tal vez también estaba cogiendo con otra persona y eso estaba bien ya que no se conocían no había un compromiso de fidelidad entre los dos así que lo que hallan echo y desecho en su pasado ya no importaba ya que estaban viviendo su presente para soñar con su futuro...

Aún así cada que eso sucedía Gojo salía en su defensa para después pedirle disculpas por lo sucedido y por haber sido un don Juan, eso le enojaba aún más su esposo no se debería de disculpar por eso ya que el disfruto su vida como quería eso sí lo único que pidió fue una prueba de ETS no quería arriesgarse pero fuera de eso no había problema alguno.

Ninguno de los 2 deseaba tener hijos por lo menos no ahora, querían disfrutar el ser solo ellos 2 por un poco más de tiempo, tal vez en unos 3 o 4 años tomen la opción de la paternidad pero eso sonaba aún lejano... Gojo seguía trabajando como CEO de una empresa familiar especialisada en medicina más en específico en la rama de los oculistas, por su parte Yuuji era repostero en una tienda cerca de la estación de Shibuya por lo que ambos siempre estaban ocupados en el día y en la.noche solo llegaban a darse mimos, debes en cuando tenían sexo pero no era muy indispensable.

Sus días libres los usaban para tener citas extremadamente dulces y melosas, les encantaba ir a lugares un tanto remotos para demostrar su amor o también les gustaba ir a alguna parte de Tokyo sin ningún plan todo era sobre la marcha, gracias a eso creaban recuerdos llenos de genuina felicidad...

Su matrimonio era estable, casi no tenían peleas y en el caso de que tuvieran eran por cosas bobas sin tanta importancia que al final de el día solo les daba risa...

Sin duda esa felicidad parecía eterna... ¿O no?