Anhelos de un alma atrapada

En el bosque

Una nube me persigue, ella se ha vuelto mi amiga.
Esa nube ha sido mi única compañía.
Cuando grito, río y lloro, ella lo hace conmigo.
Y no es necesario que le pida de su cariño.

Pequeña niña no llores.
Eres valiosa, no te enamores.
De aquellos que se fueron con los recuerdos.

Una infancia dolorosa, que vuelve cada vez que te asomas.
Una inocencia capturada, por aquellos que ni saben usarla.
Me han tomado mi alma, ¿dónde esta mi querida pequeña?.
Esa a la que tanto daño le hicieron, y los culpables nunca volvieron.

Mi pequeña no llores, que tus lágrimas alimentan las flores.
De la maleza que se ha creado, después de todo lo que ha pasado.

Lágrimas de cristal, que no deberías derramar.
Pues nadie es digno, de saber que ha podido contigo.
Tus pies desnudos están, en desventaja piensan que estás.
Pues no saben que ellos, han sido aquellos, que han recibido todos los cortes, de la maleza que han creado esos que se esconden, en medio del bosque.