Un trozo de mi

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Tus manos calientes se posan sobre mi fría piel porcelana.
El contraste de ambas pieles resalta entre toda esta gente.

Oh mi hermosa juventud, gracias por brindarme este rayo de luz.
Oh mi bella esperanza, que no murió en aquella batalla.

Pensaba que era un sueño, un ángel caído del cielo.
Llegaste como un milagro, salvando mi vida sin esperarlo.

Que desdicha la de quienes, no saben ni quien eres.
Que dicha la mía, de tenerte en mi día a día.

Como una poción de veneno, me tienes condenada a morir en tu pecho.
Como dos amantes bajo la luna, quiero verte sin interrupción alguna.

Oh la luz del sol, no calienta como lo hace tu voz.
Oh la luz de luna, no ilumina como lo hace tu sonrisa.

¿Quien eres para atreverte, a meterte en mi mente?.
¿Cómo osas entrar, sin que nadie te haya de invitar?.

Jóvenes somos y tontos hemos de ser, durante este amor que debemos de temer.
Promesas que no sabemos, si podremos cumplir mientras duremos.
Palabras que vuelan un tiempo, y vuelven desde el infierno.

No tientes al destino, que nos separará si nos ve desprevenidos.
Una artista he de ser, y en mi arte no vas a poder, morirte de una vez.

Con estas palabras me despido, espero te quedes amor mío.

Si algún día te vas y no regresas, estaré feliz de tener una pieza, de ese amor que alguna vez vivió, en el fondo de nuestro corazón.

Anhelos de un alma atrapadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora