Ordinary People [Chanlix]

12

Felix lo tiene perdido por este hombre.

—¿Por eso jamás dijiste nada? – su voz sale baja y sus dedos se enredan en el cabello suave y rizado. — ¿Porque tenías miedo de que me sintiera presionado o atado a ti?

Chan vuelve a suspirar y sus brazos se cuelan por debajo de sus piernas, abrazándolo, llevando sus rodillas al pecho de Chan y él oculta su mirada frotando su mejilla en los muslos de Felix.

—Jamás mencionaste que quisieras una relación, Lixie —responde Chan bajito con los dedos envueltos en sus pantorrillas—. Y yo sé lo que pasó —Chan hace una pausa, pero Felix lo tranquiliza acariciando su cabello y él suelta el aire que contenía— Jisung en algún momento lo dijo y me dije a mí mismo que jamás te haría sentir algo así, jamás te lastimaría intencionalmente y siempre priorizaría tu bienestar, que serias libre de irte cuando quisieras, cuando t-te ab-aburrieras de mí y yo no haría nada.

Los puños de Felix se cierran en el suave cabello y siente sus ojos húmedos otra vez cuando escucha la voz confusa y lastimera de su hyung.

—Porque no quería ser así y lastimarte – musita Chan.

Y hay tanta aflicción contenida en la vocecita de Chan que Felix se estremece y necesita un ancla a tierra con todo eso, sus dedos acarician el suave cabello de Chan que se ha rizado, y las lágrimas que contuvo se deslizan silenciosas por sus mejillas.

—Me hubiera gustado que preguntaras, Hyung.

Chan se estremece, besa su muslo suave y se alza, Felix puede ver su hermoso rostro y sus ojos rojos.

—Aunque no quise hacerlo, igual terminé lastimándote —su voz es agitada y en la última palabra se rompe.

—No, no, no, no Hyung. Nosotros nunca fuimos tan directos cuando comenzamos a vernos, solo ocurría con recurrencia y luego a eso se sumaron las tardes de besos y el sexo, y yo pensé que quizá era algo de una vez así que no dije nada, pero cuando volvió a suceder una y otra vez cada que estábamos juntos y teníamos la oportunidad caíamos el uno por el otro.

Aun su Hyung se ve triste y a Felix se le rompe el corazón de ver este maravilloso hombre, en el suelo llorando arrodillado mientras se aferra a sus piernas.

—Me arrepentí de no decir algo —responde con amargura— De no preguntar que era esto.

Su risa autocrítica con ese tono de desprecio.

—Quizá una parte o la mayor parte de mí, temía que si preguntaba ya no me querrías.

Chan ríe negando y le responde.

—¿Cómo podría dejar de quererte si ya te tenía tan clavado en mi corazón?

La sonrisa de Felix tiembla y siente que Chan se alza hasta sentarse a su lado en la cama.

—Lixie... perdóname por no ser abierto con mis emociones, me equivoqué, yo no quise hacerlo, pero igual terminé haciéndolo. Y-

—Hyung no te disculpes yo— pero Felix se da cuenta que escuchar eso, precisamente a Chan reconociendo que pudo hacerlo mejor es un bálsamo a una herida que desconocía que tenía, él envuelve su mano en la muñeca de Chan y la trae a su regazo.

Sonríe y después de suspirar abre los ojos mirando a su Hyung.

—Yo te perdono, Hyung —pronuncia en esa noche acariciando los nudillos con pequeñas costras y cicatrices que tiene Chan por la ansiedad —Fuimos tan tontos...

Chan se ríe húmedamente.

—Sí... lo sé— y acaricia el pómulo de Felix con una hermosa sonrisa.

Felix también sonríe, siente que su Hyung acaricia el rastro invisible que dejaron sus lágrimas.

—Pero aún no es tarde Lixie —susurra su Hyung tan cerquita a su rostro.

El corazón de Felix se agita.

—No es tarde para nada, porque no he dejado de sentirme así, de sentir todo esto por ti. Creo que se ha intensificado —proclama Chan sujetándolo con sus manos, acariciando sus mejillas.

Y Felix se siente como algo así pasmado en el momento.

—Has calado tan hondo en mí...

—Chris...

—Y debí ser más sincero con mis emociones, desde que te conocí y me sentí atraído como la miel hacia ti. Y luego todo fue cuesta abajo cuando pasábamos cada vez más y más tiempo juntos porque comencé a amar cada parte de ti y-y ahora te amo tanto que no podría continuar mi vida normal si no vuelvo a saber de ti, no podría continuar porque cada parte de mí tiene tanto de ti, que ahora soy una extensión de ti, de este inmensurable amor.

Felix está llorando tan feo como temía hacerlo en un comienzo, pero no puede detenerse, su mente sigue repitiendo en bucle una y otra vez esas palabras.