𝗖𝗢𝗡𝗙𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡𝗦 - [𝖲𝖳𝖱𝖠𝖸 𝖪𝖨𝖣𝖲]

ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᶠⁱᵛᵉ

Maniac

—Listo. Acelera— pidió la voz del más alto, quien cerraba la puerta del auto.

Se escucharon más puertas cerrándose y Kim frunció su ceño con molestia al ver solo el cuerpo de su asistente.

—¿Donde mierda esta el policía?

Hyunjin se removió en su asiento incómodo, acomodó a la rubia en sus brazos ignorando su pregunta.

—Estoy preguntando algo ¿Donde carajos esta el puto detective?

—¿Donde crees?— respondió con un tono de amargura.

—Hwang...

—¡Lo mate ¿Ok?! Joder Seungmin, ese tipo me sacó de casillas ¿Qué querías que haga?— contestó el australiano menor absorbido por supuestos celos.

—No puedo creerlo— bufo acompañado de una risa amarga —¿En que quedamos? ¿En que... mierda quedamos Lee? ¡No más cuerpos, no más muertos! ¡¿Es que acaso no piensas?!  ¡PUTA MADRE! La policía de mierda ya está involucrada y con esto nos acabas de joder más Felix ¿Estas consiente de eso? Eres un tarado irresponsable— regañó furioso.

—¿Ahora yo soy el irresponsable?— preguntó riéndose con amargura —¿Quién fue el que se olvidó cerrar la puerta con seguro de la habitación antes de irnos de gira? ¿Eh? Recuerda que toda esta situación es por culpa tuya, no te laves las manos echándome toda la mierda.

—Cierra la puta boca si no quieres que yo— fue interrumpido por la voz de alguien más.

—¡Suficiente! Dejen de discutir por  mierdas ¿Quieren? No ganan nada echándose la culpa uno al otro, mejor hay que concentrarnos en largarnos de aquí— hablo el mayor del grupo.

Jisung, quien estaba en el volante y en completo silencio, piso el acelerador mientras miraba a sus acompañantes por el espejo retrovisor.

—Chan Hyung tiene razón... dejemos de pensar en eso y mejor hay que idear algún plan para no ser descubiertos— sugirió el mismo.

Los dos responsables del bullicio chasquearon sus lenguas con molestia y no opinaron nada en contra del muchacho.

—Bien... ¿Qué hacemos? ¿A donde nos dirigimos?— preguntó el caníbal, el cual estaba a lado del chófer sugerido y giró para mirar a sus demás cómplices. 

—Tengo un lugar que nos puede servir... — dijo la fina y siniestra voz del menor del grupo, quien habló por primera vez en todo el trayecto.

—¿Ah sí? Iluminanos Innie— pidió más bajo, quien estaba a su lado.

—Toma nota Jisung, será un largo camino...— sonrió de forma siniestra.

El nombrado trago duro y asintió con rapidez.