Capitulo 3

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Kotetsu: Cuanto drama, ¿Tú no sientes el aire más denso?

Onikiri: El drama lo hace más interesante.

-No te preocupes, hablaremos de eso en el templo.- Dijo sonriente el zorro, debido a la acción de la chica.

-Eso espero.- Respondió la castaña.

El pelirrojo decidido se acercó al trío para hablarle al Omega.

-Hola, quería decirte que te disculpe por lo que hiciste en el pasillo.- Mencionó arrogante el cuervo.

El desconcertado Omega volteó a ver al recién llegado al igual que sus acompañantes. -Supongo que eso es bueno.- Dijo algo nervioso, no sabía cómo dirigirse al cuervo después de lo que acababa de suceder.

El alfa se sintió raro al notar un poco de frialdad en su voz.

-Si solo querías presumir ya nos vamos, Kurama.- Jalo a los chicos de un brazo, presentía que el pelirrojo tramaba algo.

Antes de que el alfa pudiese hacer algo sonó la campana, indicando que era hora de la siguiente clase.

Mizuki ya no se sentía tan enérgico por su primer día, no comprendía porque justo ese día tenía que suceder eso, él quería pasarla bien con su ama, pero nuevamente se encontraba involucrado en un problema. Según Nanami luego tendrían un descanso así que lo utilizaría para dormir.

Por el momento quería prestar atención a la clase, seguramente si aprendía podría ayudar a Nanami con sus tareas, pero su misión se veía interrumpida, no lo podía hacer al sentir la mirada del pelirrojo clavada en él.

Por otro lado el cuervo tenía puesto su interés en analizar a su víctima, si "víctima", en enfermería había decidido que haría que se enamorase de él, por algo el destino los había unido y al verlo notó que no estaba para nada mal, sus pestañas eran tan bellas al igual que sus sus ojos esmeralda, sus labios que resaltaban en su cara pálida se veían tan provocativos.

Aún que tenía un problema, si quería estar junto a el Omega tendría que lidiar con sus fans, sabe que muchos van a estar encantados con él, pero hay unos cuantos locos que harían cualquier cosa para poder tenerlo "disponible".

-Deja de fantasear, Cuervo. Recuerda que compartes salón, deja de inundar lo de feromonas, aún que solo nosotros tres las podamos sentir todavía es una molestia.- Hablo en voz baja el albino, inconscientemente empezó a esparcir su peculiar aroma, nunca le había sucedido, solo pensar en el Omega lo había puesto así. -No me sorprendería que tú pequeño bulto esté despierto.
- Continúo para molestar al pelirrojo.

Al instante este respondió con una mirada asesina.
-Deja de decir eso, simplemente estás celoso de que tengo mejores "dotes" que tú.- Respondió orgulloso, pero para asegurar de que no estuviera despierto su problema bajo su mirada, lo que tenía abajo estaba activo dándole la razón al alfa.

-¿Entonces?- Pregunto al notar su expresión de asombro.

Y antes de que los dos pudieran decir otra palabra fueron interrumpidos por la voz del Omega.

-¿Puedo salir, profesora?- Está solo asintió y siguió su explicación, algunas chicas suspiraron preocupadas, mientras que los hombres reían victoriosos por ver ir al chico afeminado. Parecía que estaba mareado.
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Mientras los dos alfas peleaban, el ojiverde se estaba mareando por el repentino olor a vino, trató de disimularlo tapando su rostro con su manga, escuchó como dos chicas a su costado murmuraban sobre los "chicos lindos de atras", ¿Acaso no tenían algo mejor que hacer?, un ejemplo sería, estudiar.

Le molestaba que hablarán de esos dos, aún que el pelirrojo tenía unos ojos bellos, su cabello iba a la perfección con su aroma y tenía un rostro llamativo, no se comparaba con su personalidad egocéntrica.

No pudo aguantar más y pidió permiso para salir, cuando estubo afuera el olor disminuyó, pero seguía ahí. Giró su rostro para poder ver de dónde venía encontrándose con el pelirrojo.

– ¿Por qué me estás siguiendo?– Volvió a mirar al frente acelerando sus pasos.

–Dejame cortejar te.– Habló al lado suyo.

El albino se detuvo de golpe, ¿Que acabó de escuchar?, vió al pelirrojo anonadado. El cuervo aprovecho que él se detuvo para poner una mano en su hombro y otra en su barbilla.

– Quiero enamorarte con mis encantos.– Volvió a hablar está vez guiñando su ojo. Las mejillas del Omega se volvieron carmesí.

Tan pronto como volvió en sí, el albino reaccionó dandole una patada en las partes bajas.
– Aléjate, pervertido.– Corrió a la salida de la escuela, iba a volver al templó.

Tan pronto el alfa recibió el doloroso ataque calló al suelo ahogando un grito de dolor, no esperaba esa reacción, siempre funcionaba con las demás. Aún que hirió su orgullo no planeaba rendirse, desde ahora sería más delicado con la forma de acercarse al Omega.

Antes de irse se transformó en serpiente para avisarle a la castaña que no iba a volver, fue más precavido que la anterior vez e intentó no ser visto. Cuando llegó al salón buscó el puesto de Nanami y en el proceso escuchó como varias personas hablaban del pelirrojo, solo pensar en él causaba que el albino quisiera despedazar lo.

– Pss, Nanami, me voy al templo.– Dijo cuando estubo al lado de su mesa.

Automáticamente Nanami volteó a ver a su costado notando que no había nadie, bajó la vista y logró encontrar a Mizuki.
– ¿Por qué? Estabas muy emocionado en venir.–

– Estoy cansado, tuve mucho mundo humano por hoy.– Se excusó intentando engañar a la beta.

– Está bien.– Dijo no muy convencida, desde que Kurama le había hablado estaba más extraño de lo normal.

Con la autorización de la castaña pudo irse en paz, no quería volver a la escuela, aún que su ama le rogará no lo haría.

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Otro capítulo, esperó les guste.

×Mi Pequeña Serpiente× (Kurama X Mizuki)(Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora