"48"

342 50 2
                                    

Narra Fabián Hoffman

Había aceptado el trato de Albert, me iría con él y cumpliría con el juramento que le hice hace años

Salgo de la estación, es temprano, me encuentro a Colton en la sala principal con unos papeles en mano

—Hiciste un buen trabajo, Colton, gracias —le dí la mano

—No hay de que amigo —asintió

—Ya lo sabes. Cuando venga mi esposa...

—Si, no te preocupes

Lo mire.

Iba a partirle el corazón a Grecia, pero si no hacía esto ella podría sufrir las consecuencias, y eso no lo voy a permitir. Por eso, le había dejado con Colón un mensaje

Salí del lugar y reconocí la camioneta que estaba estacionada afuera, me esperaba. Sin más y en silencio me subí en ella, iba manejando un hombre, alto vestido de negro, sabía que seguía órdenes

Asentí mirándolo y arrancó

Minutos después llegamos a un tramo alejado de la ciudad, él se bajó e imite su acto. Había otra camioneta. Albert, se bajó de la otra camioneta con una sonrisa, permanecí serio ante el

—Esta es la decisión correcta, Hijo

—Sabes cual es el trato —dije frío

Hizo una seña y otros hombres que venían con él bajaron de la camioneta un cuerpo. Tragué. Lo subieron en la camioneta que yo iba

—Deja tu teléfono —ordenó y eso hice

Lance mi teléfono en la camioneta

—Vamos —me palmeo la espalda —Subamos —me indicó el otro vehículo

Una vez dentro, todos sus hombres también se subieron, encendieron el vehículo y uno de ellos sacó una tablet, presión la pantalla en una parte y la camioneta en la que iba explotó

No dije nada, mientras el solo río

—Vamos a crear un imperio, aún más grande —dijo


[...]



Tres semanas. He trabajado con Albert todo este tiempo. Nos encontramos en Italia, tiene una mansión inmensa, en la cual me quedo

Es insoportable, el único sentimiento que siento por él es el odio, lo odio por todo lo que le hizo a mi madre, a Elena, y más por lo que le hizo a Grecia, eso nunca lo voy a olvidar

Colton está aquí conmigo, le hice creer a Albert que trabajaría para mí, lo cual hace

—Y bien ¿Qué tienes planeado? —me preguntó

Estábamos en el jardín de la mansión

Esto era algo muy estúpido, tenerme aquí en contra de mi voluntad y bajo amenazas, lejos de mi familia de mi casa, lejos de mi esposa

—Me voy a de aquí —dije viéndolo —Conseguí una propiedad para guardar la mercancía.  Me iré a vivir allí

—Que rápido. Te vas a llevar a tu esposa ¿No?

Asentí

—¿Cómo está? —la había mandado a vigilar

No confíaba en que Albert de verdad no le hiciera nada, o intentará

—Albert no está en la casa —dije —Está en Holanda 

Me había fijado que Albert va mucho a Holanda, parece que tiene un compromiso allí, ya que deja todo aquí para así poder ir

Una Vida a tu Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora