Narra Fabián Hoffman
Había aceptado el trato de Albert, me iría con él y cumpliría con el juramento que le hice hace años
Salgo de la estación, es temprano, me encuentro a Colton en la sala principal con unos papeles en mano
—Hiciste un buen trabajo, Colton, gracias —le dí la mano
—No hay de que amigo —asintió
—Ya lo sabes. Cuando venga mi esposa...
—Si, no te preocupes
Lo mire.
Iba a partirle el corazón a Grecia, pero si no hacía esto ella podría sufrir las consecuencias, y eso no lo voy a permitir. Por eso, le había dejado con Colón un mensaje
Salí del lugar y reconocí la camioneta que estaba estacionada afuera, me esperaba. Sin más y en silencio me subí en ella, iba manejando un hombre, alto vestido de negro, sabía que seguía órdenes
Asentí mirándolo y arrancó
Minutos después llegamos a un tramo alejado de la ciudad, él se bajó e imite su acto. Había otra camioneta. Albert, se bajó de la otra camioneta con una sonrisa, permanecí serio ante el
—Esta es la decisión correcta, Hijo
—Sabes cual es el trato —dije frío
Hizo una seña y otros hombres que venían con él bajaron de la camioneta un cuerpo. Tragué. Lo subieron en la camioneta que yo iba
—Deja tu teléfono —ordenó y eso hice
Lance mi teléfono en la camioneta
—Vamos —me palmeo la espalda —Subamos —me indicó el otro vehículo
Una vez dentro, todos sus hombres también se subieron, encendieron el vehículo y uno de ellos sacó una tablet, presión la pantalla en una parte y la camioneta en la que iba explotó
No dije nada, mientras el solo río
—Vamos a crear un imperio, aún más grande —dijo
[...]
Tres semanas. He trabajado con Albert todo este tiempo. Nos encontramos en Italia, tiene una mansión inmensa, en la cual me quedo
Es insoportable, el único sentimiento que siento por él es el odio, lo odio por todo lo que le hizo a mi madre, a Elena, y más por lo que le hizo a Grecia, eso nunca lo voy a olvidar
Colton está aquí conmigo, le hice creer a Albert que trabajaría para mí, lo cual hace
—Y bien ¿Qué tienes planeado? —me preguntó
Estábamos en el jardín de la mansión
Esto era algo muy estúpido, tenerme aquí en contra de mi voluntad y bajo amenazas, lejos de mi familia de mi casa, lejos de mi esposa
—Me voy a de aquí —dije viéndolo —Conseguí una propiedad para guardar la mercancía. Me iré a vivir allí
—Que rápido. Te vas a llevar a tu esposa ¿No?
Asentí
—¿Cómo está? —la había mandado a vigilar
No confíaba en que Albert de verdad no le hiciera nada, o intentará
—Albert no está en la casa —dije —Está en Holanda
Me había fijado que Albert va mucho a Holanda, parece que tiene un compromiso allí, ya que deja todo aquí para así poder ir
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Una Vida a tu Lado
RomanceUn matrimonio por contrato. Grecia ha sido obligada a casarse con un desconocido para salvar la empresa familiar, pero lo que no sabe es que en realidad sus padres la obligaron a eso para poder salvarla de un enemigo. Al conocer a su esposo, se lle...