Día 1

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Miles de miradas se dirigían a la pequeña chica, quien solo soltó un suspiro.

Hatsune Miku se encontraba caminando en el triste pasillo de su escuela, esperando el toque de queda. Así todos se irían y este lugar sería realmente bello.

 En sus oídos estaban unos auriculares, sin embargo, no se escuchaba nada de parte de ellos. Ella solo quería evitar a aquel rubio que la seguía intensamente. No podia soportar como el hablaba, o incluso, no podia soportar su cara. Era demasiado parecido a su hermana, la líder de los insultos.

Y fue así, como los lugares empezaron a vaciarse, había sonado el toque de queda. La chica se dio una sonrisa para sus adentros y se dirigió a la escalera que llegaba a la gran azotea. Mientras subía las escaleras, podia escuchar claramente a una persona llorando. Y a otra persona tratando de consolarla.

Miku se quedo mirando la puerta que  dirigía a la azotea, esperando a que alguien saliera. Aquellos ojos azules no se despegaron de ahí, solo se quedaron observando.

Un golpe se escucho, y alguien grito.

—     ¡Deja de consolarme, solo haces que me enamore más! – se escucho un gimoteo – Y no quiero dañarme otra vez...

Una rubia salió azotando la puerta, y corrió lo más rápido que pudo. Tan rápido corrió que no vio a Miku sobresaltada. Era Neru.

La chica suspiro y entro a la azotea. Cuando entro, vio algo que trataba de evitar.

—Oh... Hola, Hatsune  - el rubio le dio una pequeña sonrisa.

—Hola... - Podia ser que a Miku no le agradaba Len, sin embargo, nunca perdería la educación que recibió.

 —Bueno... Lo siento por aquella obra de teatro, hasta luego – el rubio miro por última vez a la joven.

— ¿Obra de teatro? – Miku  perdió la paciencia – Que patán.

—     Así naci, princesa – Len se sonrojo al instante en el que dijo eso – Ay... Lo siento – el joven salió corriendo sin esperar respuesta.

Miku cerró la puerta, y al instante se volteo para ver el cielo. Hizo una mueca de disgusto, cerró los ojos y se dejo tirar al piso.

—     ¿Por qué las otras personas te pueden ver con un hermoso azul? ... - la chica abrió los ojos -  yo solo puedo verte de gris.

Las lágrimas recorrieron sus mejillas, dejando ver su demacrado aspecto. Se había roto el hechizo que ella había hecho. Su máscara ya no estaba.

Ahora estaba la señorita que había sido antes.

Las grandes ojeras se le veían demasiado, además de que se le veía en los labios unos cortes.

—     Antes me había gustado este cielo, sin embargo... - el sonido de la puerta sonó – Mierda – la palabra salió en un susurro.

Se paro rápidamente y se limpio las lágrimas para ver al idiota que había abierto la puerta.

Su público no era nada más que ese rubio molesto.

—     Miku, ¿es por él? – el rubio ya no tenía la misma cara de siempre, ahora la tenia totalmente seria.

—     ¿Quién? – Miku miro raramente a Len- ¿Perdón?

—     Nada, solo olvídalo.

El silencio se asomo entre los dos, quienes se quedaron viendo fijamente. Una guerra de miradas ¿Tal vez?


—     ¿Por qué estás aquí? – Miku fue la primera en hablar, mostrando una chispa de enojo en su voz.

—     Porque se me dio la gana.

—     Ah, genial. Porque a mí se me dará la gana de pegarte una cachetada.

El rubio se levanto y se fue. Solo Miku podia estar más enojada que nadie. Había visto la verdad de su máscara.

Al final, la chica resulto yéndose de aquel lugar.

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⏰ Última actualización: May 29, 2015 ⏰

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