extra | galletas

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"¡Ding!"

El sonido que el castaño, que en esta ocasión carecía de sus dulces y característicos chongitos, estuvo esperando desde hace media hora finalmente sonó desde la cocina.

Un muy dulce y entusiasmado Taehyung apareció en segundos, con una bella sonrisa dió un pequeño saltito por la emoción, se acercó rápidamente a el horno con muchísimas ansias de poder revisar su resultado.

Taehyung estuvo trabajando toda la tarde, amasando y fijándose en cada momento en los ingredientes para no cometer ningún error.

Su dulce y tímido novio, siempre preparaba las mejores galletas, las mas deliciosas que había probado en su vida, por lo que le pareció una increíble idea pedirle la receta a la mamá del azabache y prepararselas especialmente a él.

Se arrodilló para poder abrir el horno, tomo un trapo cerca suyo y abrió la tapa del aparato para sacar las galletas, rápidamente un humo negro y un gran olor a quemado invadió toda la sala, haciéndolo toser y ahogarse un poco.

— ¡H-hyu-hyung! — Gritó en alto.

Lo más rápido que pudo, Jungkook llegó a la escena, encontrándose con el chico lloriqueando, con sus mejillas rojizas debido a las agrias lágrimas que recorrían su rostro y sollozando bajito mientras se quejaba en voz baja, tuvo que entender el porqué cuando volteó hacia la bandeja dentro del horno, al ver el resultado por el que el chico de rizos había puesto tanto esfuerzo, galletas completamente quemadas y negras.

El azabache suspiró, había un increíble desastre en su cocina y debería de limpiarlo antes de que su madre lo encuentre, abrió las ventanas para que el humo se fuera, también se encargó de buscar un trapo para limpiar los restos de masa derretida que había en el piso.

Esta bien, esto era su culpa después de todo, su madre claro que ya le había mencionado las intenciones de Taehyung, el quería preparar sus galletas favoritas, las mismas que su madre le hacía desde pequeño, era un bonito gesto de su parte, pero Jungkook sabia que Taehyung era pésimo en la cocina, tuvo que ayudarle con pequeñas cosas para evitar todo aquello, aunque el de castañito era algo terco y no se dejaba ayudar tan fácilmente, mínimo Kook se tuvo que haber fijado la temperatura del horneado, ahora se sentía un mal novio por no preocuparse lo suficiente y ir antes a su casa para ayudar con las galletitas.

Y algo que Jungkook odiaba mucho, era sentirse un jodido mal novio, pues tenía que satisfacer por completo a Taehyung hasta poder volverlo a ver feliz y chispeante como siempre, o el mismo no se perdonaría por no preocuparse lo suficiente.

¿El realmente se sentía mal?, que fastidio, suspiro agotado, se estaba juntando demasiado con el castaño que ya incluso le estaba pegando lo cursi.

— ¿Taehyung-ah? — Mencionó, acercándose a él, agachándose a su altura para poder verle a los ojos.

— ¡K-kookie Hyung! — Lloriqueo nuevamente, lanzándose a los brazos de su pareja para abrazarse a él y llorar en su hombro, comentandole entre sollozos su frustración.

Jungkook asintió a cada palabra del castaño, y para cuando el menor se cansó de lagrimear, ambos comenzaron a ordenar en silencio, Taehyung se encargaba de los platos mientras que Kook los secaba y guardaba en su respectivo lugar, limpiaron los pisos y el horno, que estaba cubierto de masa, cuando la cocina quedó medianamente limpia y ordenada, jungkook le ordenó a taehyung ir a descansar un poco, le acompañó hacía la habitación y finalmente lo acomodó un poco y se recostó a su lado, cubriendo a ambos con las grandes frazadas.

El castaño seguía sollozando bajito, a pesar de estar rodeado por los brazos de su pareja en un reconfortante abrazo, el seguía pensando en su gran fracaso, le había echo mucha ilusión hornear para su novio, pero ahora todo se había arruinado y para peor, comenzaba a pensar que
Jungkook probablemente ahora crea que no podía ni hacer unas simples galletas, que era un inútil.

Pero de repente, el azabache lo volteo hacia el, mirándole fijo con una extraña mirada — Ya, Taehyung. — Anuncio, limpiando las lagrimas del rostro del menor y acariciando un poco sus mejillas rojitas — No me gusta verte llorar, detente ahora mismo — Esta bien, el azabache seguía trabajando en su manera de dirigirse al de ojos almendrados ¡No le juzguen! Era dificil para el demostrar sus sentimientos.

— S-si, hyung. — Respondio el contrario, Jungkook suspiro nuevamente, para despues acercar al otro a su pecho y aumentar la fuerza del abrazo, haciendo reir al bonito chico de rizos. — Gracias, Kookie. —

Entre su pequeño llanto, se durmió finalmente, acurrucado y con sus mejillas aún rojitas.

Luego de unos cuarenta minutos, Jungkook al comprobar que el chico ya estaba completamente dormido, se levantó cuidadosamente, bajo a la cocina para terminar de limpiar lo poco que quedaba, y comenzó a sacar las cosas que necesitaba.

Al final de cuentas, Taehyung amaba las galletas por lo que no le parecía mal su plan de cocinarlas hoy, hacía algo de frío y su madre no volvería en todo el fin de semana, podría contentar a taehyung en esta ocasión y quedarse en la casa del menor durante el fin de semana.

— ¿Jungkook hyung? — Se escuchó a sus espaldas, asustando al azabache inevitablemente — ¿Q–que q–que haces?

un Taehyung adormilado y con una apariencia completamente adorable reposaba en la puerta, curioso ante lo que veía.

— Hago galletas. — la sonrisa rectangular del menor hizo que el corazón del azabache se acelerara. bien, le encantaba ser un buen novio con su chico.

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originalmente, este era el capítulo dos de la serie, espero que les haya agradado 💗🥰

Sweet love ☾ kooktae [finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora