Pov Atenea
Desperté sola en una habitación que no era la mía. Había pósteres colgados en las paredes y dibujos hechos con tiza pintados en la pizarra.
Además, la habitación tenía ropa tirada por el suelo, en su mayoría sudaderas y todos los cajones estaban abiertos o caídos en el piso.
Definitivamente, era la habitación de Eugene.Llevaba puesta una de sus sudaderas, y debajo llevaba la ropa interior y nada más.
Miré hacia la puerta y apareció él.
Eugene: Por fin despiertas.
Atenea: ¿Qué hora es?
Pregunté, pero un bostezo me invadió después.
Eugene: Las 12PM, aunque es normal teniendo en cuenta la que liaste anoche...
Atenea: ¿Anoche?
Eugene: Sí, verás. Después de saber que Judy había desaparecido...
Flashback
Eugene: Atenea, deja eso. Ya has bebido mucho y ni siquiera tienes edad.
Atenea: Eugene, eres un coñazo de tío.
Dijo la rubia, poniéndose otro chupito.
Eugene: Gracias, yo también te quiero.
Atenea: Pft.
Se tragó el líquido del vaso y miró al pelirrojo.
Atenea: Joder, Eugene. Eres tan lindo...
Eugene: ¿Disculpa?
Atenea se acercó peligrosamente a él, haciendo que este retrocediera.
Atenea: ¿Qué haces?, yo no muerdo. Al menos, por ahora.
Finalmente tomó las manos de Eugene y las colocó sobre sus caderas. Ella lo cogió por las mejillas y lo besó. Fue un beso intenso que hizo despertar los instintos más primarios del pelirrojo, que lo obligaron a corresponder. Sin embargo, una pequeña parte de él que aún estaba cuerda tomó el control y apartó a Atenea.
Eugene: Estás borracha.
Atenea: No me jodas. Anda, vamos a tu cuarto.
Eugene: No, no, no. No quiero aprovecharme de ti porque en estos momentos es cuando más vulnerable eres, con el tema de Judy y todo eso...
Atenea: Eugene, por favor, hazlo como favor de amigo... necesito olvidarme de todo esto.
Eugene: ¿Follar te ayuda a olvidar?. Joder, qué rara eres.
Atenea puso ojos de perrito y Eugene rodó los ojos.
Eugene: Bien. Vas a venir a mi cuarto, pero no vamos a hacer nada más que dormir. ¿De acuerdo?
La rubia asintió y subieron las escaleras en silencio, cuidando no despertar a los demás.
Eugene: Toma, una sudadera para que te cambies.
Atenea: Cámbiame tú.
Eugene: Joder, Atenea.
Atenea: Por favor...
El pelirrojo suspiró y obedeció las peticiones de la menor. Quitó su camiseta, su falda y sus medias, y por cada prenda que eliminaba trataba más saliva. Al fin la chica terminó en ropa interior.
Cogió la sudadera y se la puso.Eugene: Listo.
Atenea: Pero... yo siempre duermo desnuda...
Eugene: Pues hoy no, duérmete ya, cojones.
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¿Hay Esperanza Para Nosotros? | ᵈᵃⁿᵍᵉʳᵒᵘˢ ᶠᵉˡˡᵒʷˢ
RandomEthan, Eugene, Harry, Zion, Lawrence, muchos más y un misterio por medio... 𝕊𝕀ℕ ℂ𝕆ℝℝ𝔼𝔾𝕀ℝ