CAPÍTULO 7.

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Después del parto volvieron a casa con los niños que no se inmutaban a moverse o quejarse eran dos pequeños angelitos difícil de creer que él los había dado a luz.

Tan pronto llegaron los guardias corrieron a felicitar a Jaeil y queriendo ver a los niños dormidos en su porta bebé.

Pilwon por otro lado se fue de inmediato a la habitación estaba cansado sólo quería dormir y descansar su cuerpo que aún estaba hinchado como si núnca hubiese dado a luz.

— Aún es Increíble que alguien como Choi diera a luz dos pequeños angelitos.

— Cierto creía que sería el mismo satan el que saldría de su vagina.

— Haha que idiota el mismo diablo tiene miedo de Choi.

— Ustedes tontos dejen de hablar mal de mi Pilwon.

— Oh vamos Jaeil tú en un inicio decías lo mismo, ahora haz cambiado por que eres padre de estos angeles.

— Créeme no sólo por los niños, quizás es algo retorcido pero siento que Pilwon podrá volverse más amable gracias a ellos.

— Núnca esperes naranjas de un limón.

— Ni siquiera va así, pero bien, entiendo tu punto, antes de ir a dormir, Doosik y Seunghyun necesito que ayuden a Pilwon con los niños.

— De acuerdo.

Ambos asintieron al unísono uno más alegre que otro Doosik estaba encantado con los bebés y Seunghyun no quería perder el tiempo siendo niñero.

Jaeil subió a la habitación con el porta bebé en mano hasta ahora los niños han estado durmiendo ni siquiera han pedido de comer. Cuando entró se dio cuenta que Pilwon ya estaba durmiendo era normal después de un parto debía descansar.

— Oh, mis niños, son tan lindos y considerados, sigan durmiendo.

Antes de dejar a sus gemelos sobre la cuna con cuidado de no despertarlos beso sus mejillas rosadas y fue a acostarse a lado de Pilwon quien también recibió un beso en sus labios.

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Pilwon se vio obligado a despertar por el llanto de sus hijos al ver el reloj en la pared se dio cuenta que apenas y daban las tres de la mañana. Jaeil quien dormía a su lado ni se inmutaba a moverse era como si estuviera muerto.

— Hijo de perra, tú si puedes dormir y yo tengo que levantarme.

Pateo a Jaeil pero éste apenas y se movió para volver a quedarse dormido, suspiro con cansancio acercándose a la cuna y tomando a ambos entre sus brazos con cuidado no tenía idea de por qué lloraban.

Trataba de tranquilizarlos meciendolos pero nada funcionaba no fue hasta que Jaeil se despertó que sonrió al ver a Pilwon desesperado por que no sabía que hacer.

— Tan tonto, ¿Ya intentaste alimentarlos?, seguro tienen hambre o tal vez debemos cambiarles el pañal.

— ¿Alimentarlos?, ¿como se supone que debo alimentarlos sin un biberón?

— Para eso tienes dos pechos, ves la humedad en tu camiseta es leche.

— No seas ridículo no es leche sólo es sudor..

— Es leche pilwon, la estas produciendo por los niños, más cuando escuchas su llanto liberas más, solo ven siéntate y pegalos a tus pezones.

— No haré tal cosa, consigue un maldito biberón y compra leche, yo no voy a alimentarlos de esa manera.

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