Diferentes historias de novelas Damei que he leído. Espero lo disfruten.
Las parejas varían, entre lo Canon y no Canon.
✼ Los Artes no me pertenecen, créditos a sus artistas.
✼Ninguno de los personajes me pertenece.
✼Fanfic BL
Sinopsis: A Hua Cheng con sus apenas veinte años, ya se había realizado dos tatuajes. Ambos, hechos por las mismas manos suaves. Pero ahora con la venida del tercero, se asegurará de llevarse más que una "Gracias por preferimos" tal vez incluso un número telefónico.
Parte: Unica
Imagen en la que me base: Créditos a su creador ImaginaryCanvas
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El local XianLe estaba a pocas cuadras del pequeño departamento en el que vivía Hua Cheng. Ambos ubicados en un pequeño barrio lleno de delincuentes y ladrones jóvenes que buscaban vivir en esa sociedad llena de miradas arrogantes y sonrisas falsas. Pero aunque fuera un lugar de lo peor, era donde se encontraban con las personas más sinceras y amables. Las cuales si te brindaban un poco de ayuda cuando la necesitas.
Hua Cheng creció en este lugar desde que nació y fue abandonado por su padre en un basurero. Recogido por los vagabundos y criado en el suelo sucio donde a nadie le importaba pisar. Como todo joven, salió poco a poco adelante, superándose y teniendo la oportunidad de salir de ese lugar sucio y lleno de ratas, no lo hizo. En cambio, trato de ayudar a quienes le ayudaron en antaño.
Así que cuando, tres años antes un trío de hombres establecieron un local de tatuajes, Hua Cheng se sintió erizado. Esos tipos no se veían como ellos, eran limpios y con ropas nuevas. Así que de forma encubierta se acercó para ver que ocultaban esos hombres, usando la excusa de tatuarse por primera vez.
Bueno, no esperaba lo siguiente. Un hombre alto —solo un poco más bajo que Hua Cheng de diecisiete años — de cabello castaño oscuro y largo se le acercó y lo atendió con una bella sonrisa. Le explicó cada procedimiento y le indicó los diseños que elaboraba. Hua Cheng jura que estaba allí para investigar la naturaleza de esas personas pero no se concentró para nada en su misión, en cambio se quedó embelesado por esa sonrisa gentil y esos ojos grises. Sin saber que se haría tomó un dibujo que él le recomendó y sin pensarlo dijo que ese quería.
Él sonrió y lo llevó a su pequeña Sala esterilizada para preparlo.
—Haz hecho una buena elección, este diseño me encanta y serás el primero en tenerlo impreso en la piel —Esa voz profunda y deliciosa para los oídos logró mantener a Hua Cheng en un estado de estupor en todo el proceso, incluso más de lo que la anestesia podría haber logrado.
Con el suave zumbido de la máquina, esas manos enguantadas tocando su piel del hombro —hasta ese momento se dio cuenta que el tatuaje se estaba acordado allí—y en todo su cuerpo, hormiguitas se desplazaron.
