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Lucas

Hoy era el almuerzo con todo el equipo, y no tenía ganas de lidiar con nadie más, pero esto era parte de su trabajo y tenía que hacerlo, diseñar, crear nuevos modelos siempre fue su pasión, desde pequeño lo supo, aun recuerda como le había cambiado a una compañera unos colores por su muñeca para empezarle a crear atuendos para dicha muñeca, también recuerda la reacción de su padre al creer que su único hijo era un "maricón" como él lo llamó, recuerda sabor de la sangre, el dolor, el miedo, algo que aún no supera, gracias a su padre desarrollo ansiedad, gracias a su padre esas pesadillas no lo dejaban en paz, solo esperaba que la terapia lo ayudase.

Ya estaba listo para dicho almuerzo, para lo que no estaba listo era para lidiar con tantas personas, de solo pensarlo sentía un nudo en la garganta, solo esperaba que todo salga bien y que no se presente unos de sus episodios, las pastillas habían estado haciendo efecto, pero uno no sabe cuando se presente un episodio de esos que son difíciles de controlar. Aún recuerda el peor de todos cuando estaba en el colegio aún, cuando sentía que todos lo miraban y lo jugaban con la mirada, el solo se quería esconder, quería huir, su respiración era pesada y finalmente todo se volvió oscuro, no recuerda mucho luego de eso, solo que despertó en la enfermería porque se había desmayado, su madre llorando, y después de eso todos lo empezaron a catalogar como el raro de la escuela, nadie quería ser su amigo, otra vez debía dar gracias a su padre, había terminado con su vida social.

Había llegado a dicho restaurante muy lujoso a decir, típico de su jefa. Al entrar pudo divisar a William, quien al verlo le hizo señas para que se sentará junto a él, paso saludando a todos hasta llegar junto a William.

Hola Will, hace mucho llegaste?- su amigo negó, tomando un sorbo de su copa de vino.

De hecho acabo de llegar, hace un momento, tranquilo no llegaste tarde- su amigo le dio una sonrisa- aún faltan algunos miembros del equipo, y descuida que aún no ha llegado tu pequeño tormento- su amigo de dio una pequeña palmadita en su hombro a modo de juego.

Y justo cuando pensaba que ya se había librado de su "pequeño tormento" ella llegó, llegó junto a Aaron, acaso esos dos no podían despegarse?, en fin, ella lucia muy informal, pero aún así se veía fresca, pero a la vez apagada, esa mirada la conocía, porque era la misma que él veía en su espejo cuando no estaba en sus mejores días, se reconocía a sí mismo como una persona observadora, quizá veía más de lo que las personas veían, pero bueno ahí estaba Samantha, con una polera holgada que le llegaban a la mitad de sus muslos, con un pantalón que se amoldaban muy bien a sus largas y estilizadas piernas, a diferencia de las otras modelos que si habían venido mejor producidas con maquillaje y vestidos luciendo sus hermosas curvas, ella parecía que ni siquiera había hecho el esfuerzo por arreglarse, ¡ni siquiera tenía maquillaje en su rostro! Pero aún así su rostro aniñado resaltaba sin todo eso. Samantha se sentó junto a Aarón, pronto ya estaban todos los miembros del equipo, la señora Sophia saludo a todos con cordialidad y cada uno paso a ordenar, cuando el personal de dicho restaurante paso distribuir los pedidos, pudo ver a Samantha recibir una ensalada, pensó que era parte de las tantas tontas dietas de modelos, pero no fue solo eso lo que le llamo la atención, nadie se daba cuenta pero Samantha solo revolvía la ensalada y no daba ningún bocado, como es que nadie se daba cuenta?! Incluso cuando ya casi todos habían terminado, ella ni iba por la mitad de su ensalada, quizá estaba actuando como un acosador pero había algo que le impedía alejar la mirada.

De un momento a otro vio a la modelo levantarse e ir en dirección de los baños, no lo pensó ningún instante y la siguió sin que ella se diera cuenta, cuando llego al baño de damas, se lo pensó un momento, en la estupidez que iba hacer, y sin pensarlo más tomo la manija y se adentro al baño de damas, busco a Samantha y fue cuando escucho un sonido extraño, pudo divisar las zapatillas de la modelo por debajo de la puerta, era lo que sospechaba, espero pacientemente sin hacer ruido. Cuando salió Samantha pudo ver que ella estaba sorprendida, pero solo le tomo solo unos segundos recobrar su compostura y le dio esa mirada que siempre le daba, como si no le importara su presencia, paso por su lado como si nada, y se dispuso a borrar todo el rastro de lo que estaba haciendo lavándose las manos y el rostro, pero sus ojos llorosos la delataban.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2023 ⏰

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