Una Bolsa Espectacular.

1K 95 56
                                    

Jaune Arc tenia 13 años cuando se metió en el oficio de la herrería, o más bien aprendiz de herrero.

Cuando su padre sentenció que no era lo suficientemente bueno para ser Huntsman, sus sueños murieron, o bueno, no realmente.

Una parte de el comenzó a planear un plan complejo y perfecto que lo convertiría en Hunstman.

Cumplir 17, conseguir transcripciones falsas, robar la espada del tatarabuelo y entrar a Beacon.

¡Era el plan perfecto!

Oh bueno, lo era desde su perspectiva de 13 años. Ahora con 16 sabía que era un plan estúpido y peligroso.

Que en palabras de su maestro diría "eres un pendejo".

En todo caso, tenía 13 años cuando se puso a la tutela de Ivaldi, un hombre barbón de baja estatura que se lo conocía como el herrero local de Ansel, era el único hombre que proporcionaba armas de calidad a su pueblo para defenderse de los Grimm.

Y era amigo de la familia, concretamente de su padre, así que fue fácil que terminara siendo aprendiz del herrero.

Fue el "premio de consolación" de su padre por no darle un entrenamiento o ingresarlo a una academia de combate.

Si no podía ser un Huntsman, al menos fabricaría las armas que ellos usarían, eso era...lo suficientemente bueno...

En un principio se negó rotundamente, hizo berrinches y liberó sus frustraciones, pero Ivaldi rectificó su actitud poniendolo a trabajar hasta que se desmayó de cansancio.

"Traeme esas herramientas" "carga el metal" "¡Enciende la fragua!" "¡Necesito mis putas pinzas!" "¡El templado fue horrible, esta hoja es de vidrio!" "¡Martilla más fuerte, no seas marica!" "Eso te enseñará a no ser un mocoso"

Si...esos serían buenos recuerdos...cuando sea un viejo de 80 años recordando días de gloria.

Al menos ahora disfrutaba totalmente del oficio, forjar armas era...bueno, se sentía bien, y estaba orgulloso de su trabajo, Ivaldi pese a ser estricto era un gran maestro, Jaune aprendió de sus metodos y costumbres para la fabricación de armas.

Aunque no era lo único que hacían, tambien aprendió de la elaboración de productos simples como anillos, accesorios o adornos y fabricar piezas de armadura, sin embargo forjar armas era lo que mejor se le daba, así que se especializó en eso.

Espadas, Hachas, Lanzas, Hachas, Martillos, etc. Todo podía elaborarse con tiempo y dedicación, "y un temple de acero", haha...si, mal chiste.

Pero era una frase recurrente de Ivaldi así que estaba bien.

Claro que aun no había aprendido a crear armas de fuego pero...eso fue más por preferencia propia, además, parecía que Ivaldi tampoco les tenía mucho aprecio por más necesarias y efectivas que fueran.

Actualmente Jaune templaba la hoja de la ultima espada del día en agua helada con hielo.

-"fuego y hielo, el misterio del acero"-. Recitó como un mantra mientras retiraba la hoja del liquido frío. -hm... está...bien-. concluyó luego de una observación precisa.

Jaune palmó la hoja con su mano desnuda, se había acostumbrado a palmar los metales incluso si estaban al rojo vivo, su aura podía protegerlo del daño.

Oh si, Ivaldi desbloqueó su aura ya que Jaune era tan torpe que se lastimaba constantemente en la forja, cortes, moretones, quemaduras, todo eso estaba a la orden del día.

De modo que, a regañadientes, su padre acepto que se desbloqueara su aura, fue...revelador, ni siquiera sabía que existía tal cosa hasta hace ese momento en que Ivaldi posó su mano en su cabeza y recitó una especie de...conjuro?

Soul SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora