El Don de la Forja

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Bueno, esto ha calado bien así que voy a intentar hacer esto mejor (?

Tomaré inspiraciones de algunas mitologías y juegos, así que les goooo

~•~

Jaune estaba temblando de la emoción, su camino a la Forja fue más rápido de lo habitual por no decir que prácticamente corrió.

Al entrar encontró a Ivaldi comiendo una pata de pollo, entonces el rubio Arc lo asaltó.

-¡Señor Ivaldi!-. Exclamó el menor acercándose al anciano. -¡Señor Ivaldi! ¡Quiero preguntar...!-.

-la bolsa, si, es un almacén, ahora espera que estoy comiendo-. Respondió el anciano con calma.

-¡No es eso! ¡Mire!-. Jaune rápidamente metió la mano en la bolsa y allí lo saco.

Flooosh

La cejas de Ivaldi se alzaron a la vez que sus ojos se abrían a más no poder.

-cough! Argh, mierda chico-. Ivaldi casi se atraganta con su comida hasta que logró recomponerse -¡¿De dónde carajos has sacado esencia de vientos?!-.

-¿Esencia de qué?-. El rubio ladeó la cabeza.

-tu...¿no sabes lo que es eso?-. Ivaldi parpadeó. -¡Agh! ¡Claro que no lo sabes chico! Mira, lo que sostienes en tus manos es esencia de viento, puedes obtenerla del sonido del viento o de la propia brisa, huracanes, y cosas así, lo que aun no entiendo es...¿Cómo la conseguiste?-.

-m-mamá estornudó y-y atrapé el estornudo-. Respondió Jaune aún confuso.

-oh, la Semblanza de la perra loca, por supuesto-. Ivaldi asintió en comprensión. -sin embargo eso no me dice mucho, ¿Como atrapaste eso?-.

-¡solo me cubrí con mis manos!-.

-es así... acaso... Jaune, guarda el viento, quiero probar algo, sígueme-. Ivaldi se acercó a una pared vacía de su taller, Jaune guardó la Esencia de viento y vió asombrado como Ivaldi golpeaba una pared y esta se abría mostrando unas escaleras que llevaban a algun piso subterraneo. -¿Y bien chico? Mueve el culo!-. Gruñó el mayor bajando las escaleras, Jaune no lo pensó y lo siguió, al entrar la pared se cerró detrás de él, el pasillo era un poco pequeño y tenía que agacharse pero finalmente llegaron a una puerta de hierro.

La puerta de hierro se veía intacta pese a estar cubierta de polvo, en su centro vislumbraba una especie de placa de oro circular, le recordaba a un timbre, simbolos que no había visto nunca adornaban la puerta de arriba a abajo.

Fue entonces que Ivaldi sacó su martillo y golpeó la placa de oro la cual vibró con un timbre y entonces, un resplandor, las runas de la puerta brillaron y se escuchó el sonido de cerrojos y resortes entonces...se abrió y adentro había...¿otra forja?

No solo eso, la forja era notoriamente más grande que en la que trabajaban, y a un lado había estanterías de libros, planos en las paredes, armas, armaduras.

-es hermoso ¿No?-. Habló el anciano sonriendo mientras se acercaba a la fragua, Jaune siguiendolo de cerca contemplando cada extremo de la forja subterranea.

-dime Jaune, ¿Sabes lo que es el Aura no?-. Ivaldi lo miró de reojo.

-oh, no era la manifestación del alma o algo así? Te hace más fuerte y rápido, te cura, mejora tus sentidos y te proteje como un campo de fuerza, me ha ayudado mucho-. El rubio sonrió con timidez mirando sus manos que seguro estarían llenas de cicatrices de no ser por el aura.

Soul SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora