Capítulo 4.

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Aún sigo sorpendida cuando Juliet se despide de mí y sale de clase. Yo simplemente no puedo apartar la mirada del chico mientras el profesor me habla y me dice que me vaya a sentar al final de la clase, donde hay un sitio libre. Siento que hago esta acción casi en automático mientras aparto la vista de él e intento centrarme en la clase. Cabe decir que las tres primeras horas se me hacen más eternas de lo esperado.

¿Él es mi mate? La pregunta me ronda por la cabeza todo el rato y soy totalmente incapaz de dejar de pensar en ello. Para mí es una sorpresa total, ¿qué voy a hacer ahora? No puedo simplemente emparejarme con él. No sé nada sobre su vida y él no conoce nada de la mía, lo cual es bueno de alguna manera. ¿Cómo va a reaccionar cuando sepa lo que soy?

Juliet aparece justo al terminar la tercera hora, cualquiera pensaría que ha venido corriendo.

—Venga vamos a la cafetería juntas —dice casi más emocionada que cuando me lo ha pedido antes—. Así de paso te enseño el camino.

Y es así como soy arrastrada por los pasillos hasta la cafetería. La sala en si es enorme, tiene la barra para coger comida junto con la caja para pagar, y hay tantas mesas que no me sorprendería que sobraran. Todo el mundo parece que ya tiene su sitio y en una mesa que está en el centro y tiene pinta de ser la mejor situada se encuentra un grupo de chicos y chicas donde todos son licántropos, me sorprende porque parecen los típicos populares de los libros y películas.

Juliet me sigue arrastrando hasta ponernos en la cola para comprar el almuerzo y cuando me permito volver a mirar hacia esa mesa noto que mi mate se acerca con seguridad a esa mesa y se sienta cuando dos chicos se apartan para dejarle el mayor espacio posible. Todas las miradas femeninas de la mesa se giran hacia él y casi podría decir que todas las de la cafetería también. No soy lo suficientemente rápida como para apartar la mirada antes de que me pille con los ojos puestos en él, así que puedo ver cómo sonríe complacido al mirar hacia mí.

Me niego a volver a mirar hacia esa mesa hasta que Juliet, después de que hayamos cogido y pagado cada una muestra comida, me lleva hacia una mesa que está relativamente demasiado cerca de la de él. En ella hay otra chica que parece bastante joven, no creo que supere los catorce años, y que tiene una belleza de muñeca de porcelana que la hace parecer una niña, además de dos chicos que son idénticos por lo que deduzco que son gemelos. Todos son tan pelirrojos como Juliet y eso me hace pensar que tal vez son familia.

Cuando nos sentamos los gemelos son los primeros en mirarme y sonríen de manera sincronizada con un brillo extraño en los ojos.

—¿Tu debes de ser la nueva no? —pregunta el de la izquierda.

—Eso parece —murmuro mientras tomo asiento al lado de la chica y Juliet se pone al otro lado, con lo cual quedo sentada enfrente de los gemelos.

—No seáis pesados —les dice Juliet—. Bueno, estos son mis hermanos pequeños —comenta entonces mirándome a mí—. Ellos son Jay y Joe y son gemelos, están en cuarto y esta es Jaquelin que está en primero. A parte de ellos también tengo... Bueno tenemos dos hermanos más, uno es más mayor y el otro es el peque de la casa.

La miro sorprendida.

—Sois una familia muy numerosa, ¿no? —pregunto, ella asiente.

Entonces es cuando el gemelo de la derecha habla.

—Si, preciosa —dice guiñandome un ojo—. Nuestro hermano es ese de allí, el que está sentado en la mesa con todas las chicas mirándole y nuestro hermano pequeño tiene solo seis años así que no está aquí.

Cuando miro hacia donde señal no puedo evitar quedarme paralizada al ver que señala al chico de clase, mi mate. Él también está mirando hacia donde nosotros y aunque frunce las cejas hacia su hermano sonríe cuando mira hacia mí. Es entonces cuando una de las chicas se le acerca demasiado y le pone la mano en la pierna mientras le rodea el brazo.

Siento que algo me quema dentro y me giro rápidamente de nuevo hacia los gemelos.

—Si te preguntas porque el está rodeado de gente y nosotros no es básicamente porque como es el futuro alfa tener buenas relaciones con los demás es fundamental —dice uno de ellos, yo quiero morirme—. Nosotros en cambio no somos muy fans de las personas falsas e interesada.

Los dos se encogen de hombros y yo sigo queriendo morirme. No solo era suficiente con encontrar a mi mate, si no que encima ahora tiene que resultar que ser hijo de un alfa.

—Tengo una duda —intento alejar el tema de su hermano y a la vez olvidarlo aunque sea un momento—. ¿Cuál de ustedes es cuál?

Ellos se ríen.

—Te responderemos si tú a cambio nos respondes una cosa —dicen a la vez.

Picoteo un poco mi comida que aún sigue intacta. Jaquelin parece mirarme curiosa pero no habla para nada mientras devora un donut con muchísimo glaseado y Juliet parece un poco preocupada de que me pueda sentir incomoda debido a sus hermanos, así que le sonrío para tranquilizarla.

—Está bien —acepto.

Ellos amplían aún más su sonrisa y creo que es algo de familia, porque Juliet también parecía tener una sonrisa infinita esta mañana.

—Yo soy Joe y el es Jay —dice el de la derecha—. Y tú, ¿qué se supone que eres?

La pregunta me pilla por sorpresa.

—Porque lo preguntáis, ¿es que no habéis oído hablar nunca de los vampcats?

Ellos me miran todavía más curiosos.

—No los culpes —dice entonces por primera vez Jaquelin, dirigiéndose a mi—. Aunque seamos uno de los clanes más fuertes de lobos hemos vivido aislados y en paz mucho tiempo, hace años que no llega nadie nuevo al pueblo. Nunca hemos oído hablar de otras especies desde que el rey y la reina murieron. Y tú olor se nos hace desconocido a la misma vez que conocido.

Tiene un tono de voz muy pausado y dulce, y me doy cuenta de que tiene razón. Pero aún así hay algo en ella que me hace pensar que sabe más de lo que dice.

—Bueno, ¿entonces qué es un vampcat? ¿Eres uno de ellos o cómo va la cosa? —pregunta Jay.

Voy a responderle pero suena el timbre, no he comido casi nada de mi almuerzo, pero como no quiero perder mucho tiempo y darle tiempo al hermano de Juliet de poder cogerme salgo disparada de la cafetería después de despedirme.

Bien, ya queda menos de clase hoy.

(...)

¡Hola! Perdón por el retraso, es que esta última semana he estado ocupada con un nuevo proyecto (que no tiene nada que ver con la escritura) y se me pasó por completo terminar y corregir un poco este capítulo.

Espero que os guste y la semana que viene prometo actualizar (aunque no sé qué día).

Lu~

You're mine ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora