Titiritero || Fyodor Dostoyevsky [Lemon/smut]

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Sábado 03 de diciembre, 2022
No soy un trozo de pastel para que me descartes
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El día era todo menos algo que a ella le pareciera increíble, estaba cansada y sumamente harta de atender a la gente del café. Ansiosa, no podía dejar de ver su reloj de mano para saber si ya era hora de cerrar.

Y debía ser rápida al salir, pues su padre iría por ella al salir del trabajo y esperaba fugarse por lo menos unos cinco minutos para poder hablar con Raskolnikov y decirle cómo terminaron las cosas con sus padres, sentía que en el fondo era algo que ella le debía al muchacho por tantas noches en las que fueron compañeros de banca.

Y cuando el momento de cerrar el local llegó, pidió irse antes que su jefe porque tenía algo importante que hacer y para su buena suerte la dejó ir. Sus pasos eran tan rápidos que parecía que estaba por correr un maratón, las calles estaban un poco transitadas y por ende tuvo que ir metiéndose a la fuerza entre las personas que caminaban en sentido contrario o en el mismo al que se dirigía, a lo lejos divisó aquel parque en el que se solían reunir y no dudó en adentrarse rápidamente, buscando aquella banca en la que suelen sentarse, esa que está bajo un árbol de cerezo.

Y justamente ahí estaba su amigo, Raskolnikov. Estaba sumergido en su mundo leyendo el libro que le regaló Holy y de repente alzó la mirada sonriendo al verla. Por instinto se hizo a un lado en la banca dejando un espacio para ella, aquel pálido joven se veía de un humor muy bueno esa noche.

Sin embargo Holy lo miro con una profunda tristeza que no supo disimular, suspiro profundo y se acercó a él con pasos lentos, Raskolnikov ya sabía con solo verla a los ojos que nada bueno podría significar.

—. ¿Que te sucedió? — preguntó con preocupación, tomando una de las manos de Holy entre las suyas — te ves muy desanimada este día, ¿Quieres hablarlo conmigo?

—. Un problema familiar — le respondió — pero no tengo mucho tiempo para explicarlo. Yo... quería decirte que no podré acompañarte más durante las noches.

Raskolnikov mostró clara confusión, parpadeo un par de veces hasta poder procesarlo bien.

—. ¿Por que? — preguntó finalmente, Holy volvió a suspirar mientras pensaba en las palabras adecuadas para transmitirle bien su mensaje.