6 años: Jungkook VS Taehyung

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El señor Kim era desde mi punto de vista, sospechoso.

Mientras tanto el pequeño Tae se acercó a la estantería de dulces y pidió una barra de chocolate sin quitar su sonrisa del rostro, yo le sonreí de regreso porque era un chico, aunque callado, muy agradable, tenía una sonrisa bonita, las mejillas pronunciadas y hoyuelos, uno más marcado que el otro.

—¿Quieres una malteada de fresa para acompañar eso?

El niño miró las monedas en su mano y negó —no me alcanza.

—Yo invito esta vez, no te preocupes.

Entonces los pequeños ojos de Taehyung se iluminaron y asintió bastante contento.

Fui por los ingredientes y me detuve cuando vi el rostro fruncido de Seokjin —¿de cuándo acá regalas comida?, ¿o es qué estás demasiado interesado en sorprender a la señora Kim?

Las palabras de Seokjin me tomaron desprevenido, me preguntaba si Seokjin estaba... tal vez, celoso o de verdad cuidaba el negocio, deseaba mucho que fuera la primera opción pero con él nunca se sabe realmente.

—Es sólo un niño— le dije con el característico tono frío que estaba usando desde los últimos días.

Me apresure a hacer la malteada y entregársela manteniendo una sonrisa en mi rostro.

—¿Estas solo?— pregunté y él asintió —tu padre trabaja mucho no es así.

—Si, eso es bueno— dijo —¿señor Kim quiere jugar conmigo?

Después de ignorar la palabra señor miré a mi alrededor, el restaurante estaba casi vació a está hora.

Asentí.

Sacó unas pequeñas tarjetas de su mochila —se llama memorama— me explico el juego que yo ya conocía pues lo había jugado incontables veces cuando era más joven y ahora más con Jungkook, pero verlo explicar las instrucciones lo hacía ver muy lindo.

Taehyung sonreía cada que sacaba tarjetas iguales.

Cuando el timbre de entrada sonó, vi a Jungkook entrar por la puerta principal del restaurante, él se quedó parado ahí, en la entrada, como una estatua antes de reaccionar.

Corrió hacia donde estábamos y empujó de la silla del pequeño Tae  hasta hacerlo caer.

—¡Mio!, ¡Mio!, ¡Mi papá, no tuyo!

Gritó con los ojos empapados en lágrimas, aunque estaba shock porque finalmente me había llamado papá también estaba preocupado por el pequeño Tae.

Lo ayude a levantarse del piso, Taehyung no dejaba de llorar sobando sus rodillas, yo no sabía que hacer mientras miraba a Seokjin que se había quedado quieto impresionado, no sabía si atender el llanto de Jungkook o del pobre Taehyung.

—No lo voy a repetir, él niño necesita terapia— demande a Seokjin, quien sólo asintió nerviosamente.

CRÓNICAS DE UN PADRE CON UN HIJO CELOSO ✩ KOOKV [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora