No idea.
La puerta de la oficina de Shouko se abrió y el rubio entró en esta.
Cerró la puerta mientras observaba a la mujer que lo llamó, pero... Había algo diferente en ella.
Shouko estaba sentada en su escritorio, haciendo el papeleo como de costumbre.
Naruto: ¿Por qué no me llamaste antes?- Dijo mientras se sentaba en uno de los sillones frente al escritorio de la mujer.
Shouko: ¿Debía?- Ella hablo sin mirarlo, observando los documentos en sus manos.
Naruto: En tu oficina es el único lugar donde puedo fumar un porrito.- Dijo mientras de su bolsillo, quitaba un cigarro de marihuana.
Shouko: Me usas para tu beneficio propio.- Naruto sonrió de lado mientras miraba su blunt.
Pero, su mirada fue hacia la mujer.
Inhaló un poco el aire de la habitación, su olfato de zorro no notaban nada raro.
Se levantó del sillón y puso sus manos sobre el escritorio de Shouko.
Ella lo miró con la ceja levantada, estaba actuando raro de nuevo.
Naruto acercó su rostro al cuello de Shouko y la olió.
Shouko se sonrojo un poco ante el atrevimiento del rubio.
Naruto: Shampoo, perfume, café...- El separó su cara del cuello de Shouko y la miro con los ojos ligeramente sorprendidos.
Naruto: ¿No fumaste hoy?- Pregunto sin poder creerlo.
Shouko: No... Aún no. Y no lo dejaré, si es que a eso te refieres.- Naruto sonrió mientras agarraba de la mano a Shouko y la levantaba, ambos parados uno frente al otro.
Naruto se acercó a ella y puso sus manos en sus caderas. Sin miedo al contacto físico.
Shouko se sorprendió un poco ante la acción del chico, pero esto ya le parecía normal dentro de todo.
Naruto: Shouko, yo no busco que dejes de fumar. Sería egoísta de mi parte decirte que dejes la adicción mientras yo soy un drogadicto. Solo te pido que lo controles, te dije que en un futuro te necesitaría.- El le hablo con su voz sería, pero tenía una mini sonrisa cálida en sus labios, mirando a la hermosa mujer pelicastaña que tenía frente a sus ojos.
Shouko no pudo sostener el contacto visual y giro la mirada.
Shouko: Yo... Te llamé por qué te tengo un regalo.- Naruto quitó sus manos de sus caderas mirando como Shouko caminaba hasta su escritorio, y del cajón quitaba algo.
Era una pequeña bolsa de regalo, con un moño amarillo en él.
Shouko: Felicidades por ascender a chaman de primer grado.- Ella le entrego el regalo.
Naruto miro el moño amarillo unos segundos.
Su mirada se perdió en lo profundo del color azul de ese papel de regalo.
Naruto: Es la primera vez que me regalan algo...- Maldición, no era mentira.
Esta vez no estaba fingiendo.
Era la primera vez en sus 16 años de vida que el recibía un regalo físico.
Shouko: Ábrelo.- Si dudarlo, desdobló el papel de regalo.
Sus ojos azules observaron aquella cosa.
Naruto: Un... ¿Rolex?- El hablo un poco sorprendido.
Shouko asintió con una pequeña sonrisa.
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El Rey De Las Maldiciónes
ActionNacido y crecido en la pobreza, Uzumaki Naruto se acostumbró a la debilidad y a la represión de sus verdaderas emociones, sin tener idea que ese sería su peor error.