─Porque el Sol y la Luna estaban destinados a enamorarse sin importar que, aún si uno de ellos era un psíquico inexperto y el otro un estudiante estrella.
OOC! [out of character]
DeuAce! [short-fic]
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O1. The Sunflowers
Algunas personas amantes de las flores, tienden a mencionar una conexión especial entre el Sol y los girasoles, el como estas parecen sentirse atraídas hacía aquella luz suave y cálida, siguiéndola como si de algo maravilloso se tratase, así que no es de sorprender que nuestro querido Sol termine siendo seguido y rodeado por no solo unos cuantos girasoles, sino también por otras flores que desean su luz, más sin embargo llegan a ser molestos, dejando atrás toda privacidad y espacio personal, por ello mismo, el Sol solo mantiene consigo a cuatro girasoles* especiales; mismo que le acarician con sus suaves pétalos y le hacen sentir como una personal normal, sin una bendición guardada en su interior.
Pero, ¿quienes son estos girasoles?
—¿Terminaste el trabajo? —cuestiona un joven de piel morena y ligeras manchas claras en su piel, para su corta edad sin duda posee una altura particular.
Trafalgar D Water Law, es su nombre, un descendiente de la segunda línea del clan D y que desde pequeño tuvo contacto con el Sol, sorprendiéndose ante sus particulares pensamientos: dulces ante las personas y los animales, inocentes ante nuevas cosas y tristes ante cierta acciones de personas ajenas; hay algo que lo hace permanece cerca sin importar que y sin darse cuenta un tallo comienza a crecer en su interior y los pétalos giraron hacía aquellos dulces rayos; y permaneció a su lado brindándole compañía para nunca más escuchar tales pensamientos tristes que puedan apagar al Sol.
—Hmm —asiente ligeramente el pecoso, con su mirada ámbar fija en su casillero en busca de algo—, aunque creo que una de mis cuentas está mal, pero no importa.
—Podemos revisarla juntos, si deseas —comenta.
Ace sonríe dulcemente ante la ayuda brindada por parte de su amigo, más sin embargo, con dulce amabilidad la niega; aunque el moreno desee insistir, termina aceptando la decisión del otro.
Y tras el casillero ser cerrado, ambos caminan con tranquilidad por los pasillos del lugar, hay un suave y cómodo silencio entre ambos, no es necesario el hablar y formar una conversación innecesaria cuando ninguno posee el deseo de ello, están bien en silencio, más su tranquilidad se ve interrumpida al momento de frenar abruptamente, pues un joven de cabellera rubia ha saltado de los escalones y caído delante de ellos.
—¿Qué has hecho? —cuestiona con sospecha Law, mirando de pies a cabeza al rubio.