[Amor de un dragon]

2; "¿Uh?"

Basen Henituse estaba bien.

Bueno, no exactamente bien, estaba en un coma estable. Lamentablemente la explosión en la plaza -en el maldito cumpleaños del Rey- le afectó al tratar de hacer que todos los desagradecidos nobles, salgan con seguridad. Provocando que le llegara directo una gran explosión.

¿Resultado final? Perdió un brazo y ahora tiene marcas de quemaduras, de un feo color rojo y morado que cubren su cuerpo, mayormente su malgastada cara, junto con el pequeño golpe en la cabeza que recibió al caer. Los sanadores encargados dijeron que no podian hacer nada al respecto.

No. Podian. Hacer. NADA. Al. Respecto.

Cosa que la familia Henituse lamentó y sufrio, pero no Cale. Cale lo encontraba estúpido. ¿Cómo es posible que hasta los mejores sanadores no puedan hacer nada al menos por las quemaduras?

¡Y lo peor es que ni siquiera lo intentaban!

Y su padre junto con la Condesa lo aceptaron así como así. No preguntaron por qué se demoraban menos de cinco minutos en revisar a Basen, aun qué se supone que devería durar MINIMO treinta minutos.

Su padre.

Pff, su padre con suerte sabía los nombres de los sanadores.

. . .

De acuerdo, no llegaba a ese extremo, pero Cale lo sentía así. Dejenlo ser dramatico por unos segundos, sheesh.

Tenía que admitir que el Conde Deruth sí fue una figura paterna ejemplar para Basen y Lily, nunca fallandoles en nada y siempre estando ahí para ellos.
Obviamente investigó sobre los inutiles sanadores que ni siquiera merecian ser nombrados.

[Igualmente si su padre no hubiera investigado, la condesa Violan no se hubiera quedado de brazos cruzados.]

Sigh, pero basta de lamentos e insultar personas.
El asunto es que Cale ahora mismo había salido del gran Condado Henituse para poder encontrar a alguien, cualquier persona, que puediera traer a Basen de vuelta.

¿Te contaron que estaba estable, no?

Que mentíra más grande, eso fue lo que le dijeron al público. La verdad era que sí estaba estable, pero estaba a la vez en riesgo de muerte en cualquier segundo.
En cualquier año, mes, día, hora o incluso segundo, a el peli marrón le puede dar un ataque al corazón y morir. Dramatico, pero cierto.

Y Cale no quería ni deseaba esto. Así que se leyó literalmente todas las bibliotecas y librerias donde salian extrañas pero convenientes direcciones, le daban justamente direcciones de donde podría encontrar a alguien que pueda ayudar.

No iba a dejar a su hermano así. No podía y no se lo permitiría.

No cuando fue su culpa al tener que el asistir inicialmente, pero por haber dicho algo estupido e hiriente quedo más o menos postrado. El se supone que debería haber ido, no Basen. El se supone que tendría que haber salido herido, no Basen.

Basen no se lo merece.

El por otro lado . . ., tal vez sí se lo meresca. Todavía no lo tiene muy claro. Pero el no es el centro de esto, es su her-Basen. El es el que nesesita ayuda, el no.

Quizá de un psicologo, pero eso es un tema para otro día. Aun qué . . . ¡No!

"Concentrate . . ." Murmuró para si mismo, mientras que las personas que iban pasando por su lado lo miraban de una manera extraña. Cale suspiró odioso, conocia esas miradas desde que tenía apenas dies años. Disgusto, odio, lastima, pena, desonrra.