CAPÍTULO 4.
SeokJin colocó su boca cálida y húmeda sobre la bonita polla sujetando la cadera del Omega con una sola mano suave y grande, y todas las dudas sobre el extraño cliente VIP se esfumaron. El contacto era delicado y experto, su lengua mojada envolviéndose alrededor y lamiendo la abertura.
Tenía un buen sabor: a punto de ser amargo, salado en su lengua, pero cálido y viscoso. Poseía ese sabor característico a Omega en medio de su calor, cuya pequeña polla había esperado y lubricado demasiado; también había una leve indicación de que él se dió un poco de placer a sí mismo.
Así que, esto era. El trabajo había comenzado.
Era ciertamente una casualidad que este fuera su tipo de juego favorito. El intercambio de poder parecía sencillo para un alfa, biológicamente en la cima alimenticia, pero conllevaba una responsabilidad que no todos los alfas manejaban con facilidad a pesar de haber sido un papel primario en el viejo mundo, cuando los omegas dependían en su totalidad de los alfas para ser proveídos y resguardados. El instinto de su propia bestia era muy arraigado a las antiguas costumbres, porque el animal adoraba tener algo que cuidar.
SeokJin se apartó y un hilo de saliva escurrió de la comisura de su boca, mientras sus alientos atrapados se esforzaban por salir. Él le dijo: —¿Has estado tocándote?
Los ojos antes cerrados de JiMin se abrieron.
—Uh, ¿tal vez?
Su alfa se había metido mucho en el papel controlador, dominante y malvado, al parecer; porque la revelación le hizo molestarse por alguna razón. Los alfas sustitutos habían pasado años entrenando a sus lobos para adaptarse a las necesidades del Omega en cuestión, pero esto ascendía a un nivel demasiado riguroso por la clase de juego que iba a llevarse a cabo.
Tenía que ser cuidadoso. Realmente parecer molesto e impartir un castigo. El asunto se volvía más sencillo cuando comprometía a su alfa hasta que era difícil dividir la fantasía de la realidad. Y, debido a los años de práctica, eso resultaba tan fácil como quitarse una máscara y ponerse otra en su lugar.
SeokJin era un actor del método, por ello siempre resultaba ser el mejor de su campo. Un Omega en celo necesitaba que todo fuera real: sentirse querido, deseado, amado; todavía si estaba comprando un servicio.
Ellos hacían esto todos los días.
Aún así, algo parecía diferente. No podía determinar que era, sin embargo.
—Chico malo. —Su voz resultó más ronca de lo que recordaba que había sido al principio, cuando chupó la polla del hombre dentro de ella. —¿Por qué has hecho eso? ¿Cuándo he dado permiso de que lo hicieras?
JiMin gimió, sus pupilas dilatadas tanto que sus ojos eran dos pozos negros. —Lo siento, alfa. Por favor, lo siento.
—No lo entiendo, ¿por qué debería disculpar a una puta como tú? Las perras como tú, no merecen perdón.
El Omega se estremeció de placer y hubo un gemido estrangulado saliendo de entre sus labios cerrados.
—Puedo- puedo pagarte por mi desobediencia.
—¿Cómo? —SeokJin arqueó una ceja. —¿Cómo puede una zorra como tú pagarme? ¿Sabes siquiera lo que has hecho mal? —Llevó su mano a los rizos de ámbar y lo jaló del cabello hasta que su cuello delgado se ladeó, su manzana de Adán parecía a punto de romperse. —¿Por qué tocas lo que no te pertenece? Este cuerpo es jodidamente mío y yo no te di permiso de tocarlo.
—Lo siento, lo siento. —JiMin babeó un poco cuando lo dijo y SeokJin estaba seguro de que eso no debería haber hecho a su polla erguirse por él más que el intenso, cálido y resbaloso olor a celo. Pero lo hizo. Y eso estaba tan jodido.
Casi tan jodido como cuando el Omega deslizó sus manos bañadas por el sudor a través de su camiseta, sus labios separándose en alientos apasionados mientras intentaba complacerlo y hacer su disgusto desaparecer. Él se estiró un poco hacia atrás en la cama, en toda su gloria desnuda y abrió las piernas, su pesada polla cayendo contra su muslo.
Sus brillantes ojos nublados se elevaron y se encontraron con los suyos. Había una desesperación habitual en sus gestos, una clase de ruego tímido que todos los omegas en su calor usaban antes de ofrecerse a un compañero y que reclamaba con vehemencia la aprobación del amante de turno; SeokJin tendría que haber sido muy malo o muy fuerte como para ignorarla. Ese no era su trabajo, tampoco. Si el Omega en celo necesitaba cumplidos, era su deber dárselos.
—Eres tan bonito. —Murmuró, viendo el sonrojo de satisfacción del Omega aflorar en sus mejillas y cuello. —¿Cómo puedes ser tan bonito? ¿Acaso tiene sentido? Una puta pretenciosa como tú, ¿posee algún derecho de ser tan bonito?
JiMin suspiró, estirando su cuerpo en una respuesta desesperada y sus rígidos pezones rozaron el pecho penosamente cubierto de SeokJin.
Había demasiada ropa aún y parecía que al Omega estaba comenzando a irritarle, porque dió un gruñido bajo en su garganta y arrancó la chaqueta de SeokJin de sus hombros. Luego, él hizo salir su camisa por sobre su cabeza y admiró su pecho como si fuera un manjar que no había visto nunca, como un dulce que quería devorar.
Las expresiones de este chico iban a acabar con su reputación. Se correría vergonzosamente pronto si él no dejaba de ser todo un sueño húmedo para los alfas.
Joder.
—Alfa, no puedo. —El tono sedoso y adolorido hacia sonar aún más desesperada la ferviente súplica. —Por favor. Seré bueno, lo prometo.
—Dilo bien. —SeokJin lo retó y escupió su barbilla en un gesto de desprecio, antes de levantarse de su posición en el suelo y llevar una mano a la bragueta de sus pantalones. Él soltó su cinturón. —Pídelo como lo que eres.
Su garganta se balanceó. —Por favor, seré una buena perra para ti. Alfa.
Su mano se enredó más fuerte en los rizos, como un amo acariciando a su mascota y soltó una risita divertida.
—Umh, mi buena perra. —Le alabó. —Solo por un poco de polla, mírate.
JiMin jadeó un aliento errático dentro de su pecho y arrastró sus cortas uñas sobre la piel desnuda del alfa, con una mirada hambrienta. Todo su cuerpo sudoroso se había sonrojado como si tuviera fiebre, sus ojos estaban vidriosos y sus manos temblaban, esperando la oportunidad de meterse dentro de esos apretados pantalones y hacerlos desaparecer.
Entonces, él hizo un ruido feliz cuando SeokJin raspó su mano a través del cabello suave, luego la llevó a desabrochar sus jeans.
El resto era una promesa velada de satisfacción por venir.
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Tonight
Fanfiction→JinMin. →"Sustitutos"/Sexo/Celo/Romance. →Omegaverse. Park JiMin, un Omega rico y soltero, necesita un sustituto esta noche. Después de cuatros años sin tener un celo inesperado, JiMin se encuentra sufriendo el peor de todos ellos durante una luna...