Los estudiantes regresaban a Nunca más, al parecer habían encontrado a una nueva directora. Familias se despedían de sus hijos y los Addams no eran la excepción.
– Pericles, suficiente.– Su hermano obedeció y se separó del abrazo al cual Merlina no correspondió.
– Voy a extrañar tus torturas de nuevo.
Dijo honestamente pero ella ni siquiera se molestó en darle una sonrisa, típico de ella, tan inexpresiva cómo siempre.
– Eres débil e ingenuo, vamos a ver si sobrevives está vez.– Contestó y la cara de su hermano cambio a una de decepción aunque esa respuesta ya era esperada.
– Si, yo también te quiero.– Ese tono sarcástico y de decepción que ya era común en sus despedidas.
– Mi pequeña tormenta.– Homero la tomo por los hombros.– Que tengas un inicio secó y sombrío.
La abrazo unos segundos a lo que ella no correspondió mientras seguía con su expresión fría, el se alejó segundos después junto con su hijo para volver a entrar al automóvil.
Morticia volteo el rostro un segundo para ver a una mujer con lentes negros y su cabello cubierto por un turbante y tres chicas caminando detrás de ella igualmente con lentes negros pero sin nada cubriendo su cabello. Morticia reconoció a la familia de inmediato.
– Ves a esa mujer.– La apunto a lo que Merlina volteo para observarla.– Es la nueva directora, le dicen Medusa. Nadie nunca supo cuál era su verdadero nombre. Compartió dormitorio conmigo un tiempo, es una gargona y su esposo un vampiro.
– ¿Y en qué me involucra?
– Esas tres.– Apunto ahora a las chicas.– Son sus hijas, la mezcla peligrosa entre gargona y vampiro. Ten cuidado con ellas Merlina y no las mires a los ojos si no tienen esos lentes. No tendrán serpientes pero aún pueden convertirte en piedra o bien pueden chupar tu sangre. Te digo esto para que estés precavida, no quiero que casi mueras de nuevo.
– ¿Terminaste? Tu voz me fastidia
Pregunto fastidiada de la situación a lo que su madre la miró con ese semblante herido en sus ojos.
– Sabia que las niñas de tu edad dicen cosas hirientes, no me lo tomo a pecho.– Y cómo si esa escena se repitiera Merlina respondió.
– A tu pecho le falta un corazón.
Morticia sonrió al escuchar de nuevo esa respuesta y decidió seguir con el juego.
– Al fin un halago para tu madre.– Suspiro y miro a su chófer.– Largo, la bola de cristal y el obsequio.
El hombre se acercó y le entrego su pedido para luego volver a su lugar. Morticia le entrego la bola de cristal y Merlina la tomo de inmediato.
– Te llamaremos el domingo cuando te reinstales.– Le mostró su obsequio.
– ¿Otro medallón?
– Es un amuleto.
Definitivamente no era como el otro medallón, este tenía una estrella dentro de un circulo y una espada formada por un cristal que contenia un líquido rojo que atravesaba la estrella. Merlina lo tomo, observándolo con curiosidad.
– Te cuidara de los efectos de las gargonas, con esto no te convertirás en piedra y si lo haces solo serán unos minutos. Pensé en hacerlo cuando me enteré de quien sería la directora, digamos que no tengo un buen pasado con ella.– Asintio.– Tenlo lo más cerca de tu pecho y por nada del mundo te lo quites, será tu grito de auxilio si estás en peligro.
– Bien.
– Ten cuidado con ellas, su madre fue el sol de mi pesadilla. Y otra cosa, no caigas en su juego, los vampiros son unos grandes seductores y unos expertos mentirosos.– Termino de decir y la vio asentir con la cabeza.
Hizo el ademán de acariciar su brazo izquierdo pero sin llegar a hacer contacto, dió dos besos al aire como si le diera uno en cada mejilla, se dió la media vuelta y se subió al automóvil.
Merlina no tardó en entrar y subir de nuevo a su habitación para dejar sus cosas y colocarse el amuleto para cubrirlo con su ropa.
Minutos después bajo hacía donde estaban todos los grupos y el llamado de Enid la hizo frenar su camino e ir hacia ella para ver qué se le ofrecía.
– ¿Que quieres?
–Merlina, te presento a ______ Wright.– Habló Enid entusiasmada, le encantaba la gente nueva.
La chica sonrió y la gótica rápidamente descubrio a qué grupo pertenecía, sus lentes obscuros y los colmillos en su dentadura confirmaban que era un vampiro.
– Un gustó en conocerte, Merlina.– Extendió su mano.
Merlina observó la mano extendida para después responder.
– Lastima que no es mutuo.
Se dió la media vuelta y se fue a seguir con su camino original dejando a una _____ con la mano extendida que rápidamente la bajo antes de que alguien más viera el penoso momento.
– Disculpa su actitud, ella es...– Trato de buscar las palabras apropiadas.– un poco... mmm así.– Respondió al no saber cómo catalogar su actitud.
– No te preocupes.– Le dijo para que se tranquilizara.– Es una Addams ¿Cierto?– El semblante curioso y confundido de Enid no se hizo esperar.
– Si, ¿Como lo sabes?
– Mi madre odia a Morticia con todo lo que es y mi padre quiere vengarse de Homero por algo que el si tiene y nosostros no. Digamos que nos robó algo preciado.
– Tu no odias a Merlina ¿Verdad?– Su tono inseguro hizo visible la duda y se tranquilizó cuando la vio negar con una dulce sonrisa mostrando el brillo de sus colmillos.
– Por supuesto que no. Sin rencores del pasado.– La escucho soltar el aire retenido y sonrió aún más.
– Bien porque ya tuvimos suficiente el semestre pasado. Fue una locura.– Ambas rieron.– Ven, sigamos con el recorrido.
Morticia tenía razón
Los vampiros eran unos expertos mentiroso...
... Tanto que hasta parecían ser inofensivos y amables...
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En el Ojo del Cuervo || [Merlina Addams y Tú]
Random- Merlina, te presento a ______ Wright.- Habló Enid entusiasmada, le encantaba la gente nueva. La chica sonrió y la gótica rápidamente descubrio a qué grupo pertenecía, sus lentes obscuros y los colmillos en su dentadura confirmaba que era un vampir...