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A la mañana siguiente venti despertó por un sonido de el salón o la cocina..no lo sabía, abrió sus ojos y no vio a Xiao,por tanto supuso que era el, así se puso una sudadera del Adeptus y ropa interior,y fue abajo.

—Uh? Oh, buenos días

Se acercó el chico de vestimenta negra rodeando a venti con sus brazos plantando un beso en sus labios.
El de trenzas deshechas correspondió el beso y luego se separó

—Buenos días..

Dijo apoyó su cabeza en el pecho del contrario.

—¿que ha sido ese ruido?..

—oh.. perdón, ¿te desperté?

Agachó su cabeza apoyando su barbilla el la cabeza del arconte

— Planeaba hacerte el desayuno...pero es más difícil de lo que pensaba.

—mnh..si me despertaste y no hace falta cariño, sabes que a mi no me molesta hacerlo..pero aún así, gracias por el intento.

Dijo tocando el pecho del contrario sobre la ropa.

— ¿uhm? ¿Cariño? haha, que lindo

Tras decir eso puso su mano encima de la cabeza de venti, acariciandole lentamente.

— uh..me duele todo, ayer te pasaste un poco.

Dijo algo molesto.

— uhm... perdón... llevábamos mucho tiempo sin hacerlo así que...¿me emocioné?.

A este no le salían palabras para excusar sus hechos, sin embargo no se arrepienta.

— si te duele descansa, ya te llevo yo el desayuno.

—pero, no hace falta, no quiero que te molestes en hacerlo. Aunque me duele todo puedo cocinar.

Dijo abrazando el cuello del adeptus mirándolo.

Sin decir nada el adeptus le cogió en brazos y lo llevó hacia la mesa. Ahí lo sentó encima de la mesa y le besó. El chico se sorprendió pero solo correspondió.

— ngh...

Empezó a meter su lengua en su boca mientras le acariciaba su cara.

— t-te amo...

—ah..y- yo

El peli verde paro y se separó un poco, pero aún así estaba muy cerca

— ¿tú qué?

Dijo con una risa coqueta

—yo también te amo.

dijo sonriendo.

Al escuchar su respuesta, el oji dorado le besó de nuevo, pero esta vez empezó a bajar sus manos hasta llegar a las caderas del arconte.

—mnhg..

Venti subió una de sus manos hasta la cabeza del adeptus, para así profundizar el beso.

— ngh..

Sin preguntar antes el de baja estatura le empezó a subir la sudadera. Ante eso el chico se separó.

—X-Xiao..no empezemos..

Al escuchar eso soltó la sudadera y se rió.

— Está bien, está bien. Aún te duele...

— gracias...

Le dio un dulce beso.

— quédate aquí, ¿vale?

Se fue y al segundo volvió con el desayuno, algo quemado pero era comestible.

—pero..Xiao, no hacia falta.

Desesperado reencuentro [Xiaoven +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora