Otro loco día en la enorme mansión de los tricolores y otra locura más, en la habitación del trío se encontraban los dos tricolores de piel blanca, Yugi encima de Yami moviéndose suavemente
–U-un poco m-más rápido–pedía el mayor suspirando, su aibou le estaba dando una dulce tortura mientras su otro novio se terminaba de bañar
–Pero amor tu cadera–acarició la zona–Seguro que no te duele?–
–N-no te preocupes, no duele mucho–abrazó la cintura del menor–Mh! Mejor ve más rápido–
–Bueno–empezó a moverse sacando más suspiros en el mayor–Así?–
–S-si, justo así–apretó las sábanas ocultando el rostro en sus brazos–Ahh por Ra–se aferró aún más cuando Yugi tocó una zona sensible–Ah maldición sigue así–
–Eres muy sensible aquí bebé–siguió con lo que estaba dando en la misma zona
–Ah! Yugi!–soltó un pequeño gemido–Por Ra me vas a volver loco–
–Jeje~ creí que ya lo estabas cariño–bromeó moviéndose más rápido
Atem salió de la ducha y sonrió divertido viendo a Yugi sentado sobre su novio–Se puede saber porq todo escándalo?–
El par de tricolores solamente le sonrió y el moreno se sentó junto a ellos–Si quieres cuando termine con Yami te lo hago a ti–sonrió el de ojos amatistas
–Pues me encantaría mi amor–sonrió el moreno y buscó el rostro de Yami–No seas tan bullicioso cariño, no querrás despertar a los demás tan temprano–lo besó jugando con su lengua
–Es imposible bebé–sonrió Yami después del beso–Ah! P-pero dame otro~ anoche me partiste–
Obedeciendo las órdenes de su novio el moreno lo besó mientras Yugi seguía con su trabajo, Yami ahogaba suspiros y gemidos en la boca de Atem mientras se aferaba a las sábanas. Al terminar con Yami se pasó sobre Atem empezando a trabajar
–Eres el mejor dando masajes mi amor–suspiró el moreno–Te mereces un premio esta noche–
–Enserio?? Que clase de premio?–sonrió Yugi
–Ya lo verás cariño–sonrió Yami
Al terminar con los masajes bajaron y se encontraron con la hermana de Yami–Amy?–llamó su hermano
–Hola–sonrió la pelirroja–Qué tanto hacían parecía que en cualquier momento iban a partir a mi hermanito–
–Masaje–sonrió el ojiamatista–Anoche estos dos se pusieron a entrenar y quedaron molidos–
–Así que esa era todo el ruido de anoche–dijo la chica mientras dejaba la taza con chocolate en la encimera–Y dicen que yo soy la ruda en los entrenamientos–reclamó mientras se iba
–Me siento como nuevo–sonrió Yami abrazando a sus novios
–Ni que lo digas–sonrió Atem devolviendo el abrazo
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Doble sentido
Humor¿Qué tan sucia es tu mente? Ven a probarte en esta historia donde habrá muchos momento inocentes en los que puede encontrarse un doble sentido