Clik

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Tomé la decisión de irme por la ciudad con una cámara que encontré en una tienda de antigüedades.

Agarré mis cosas, me despedí de Akutagawa, y salí de mi refugio.

Con alegría salí, y fui a la cafetería que encontré pérdida en está gran ciudad.

La bella cafetería que para mí, parecía una florería. Y por dentro parece una librería, me encanta.

Me parecía curioso que cuando llegue, no estuviera nadie, toque el mostrador de la mesa de recepción, no salía nadie para atenderme.

Así que, con mi valor fuí a ver que pasaba, y a pedir mi pedido. Entré, no había ni un alma, pero todo estaba limpiando, como si lo ocupabaran siempre, ni un rastro de polvo. Ví que de una cafetera salía vapor, busque una taza limpia, pero habían varias, así tomé una que mostraba el mar pintado, muy lindo la verdad.

El mar me recuerda a mi hogar.

A mí madre.

Saque la taza y me hice un café con leche, busque que más me podía hacer, tengo hambre. Y resulta, que el refrigerador estaba lleno de comida, pero solo me hice un sándwich.

Salí de la cocina con mi desayuno contento.

Pero no esperaba encontrarme con Dazai ahí sentado.

Como si nada.

Él me observó, y comenzó a reír.

Debe ser por mi expresión de sorpresa, pero la sorpresa pasa al reproche.

— ¿Qué haces aquí, Dazai?

Dazai deja de reír y le sonríe.

— Este lugar, es mi cafetería.

Él nuevamente se echó a reír y con más ganas que antes, creo que me ve con cara de payaso.

Me tomó de sorpresa, nunca pensé que este lugar fuera suyo.

Las cosas de la vida.

Él deja de reír y me invita a tomar asiento, lo hago y el también lo hace.

Y ahora quedamos cara a cara.

Me da curiosidad de como este lugar puede ser suyo, él, que parece despreocupado con todo.

— ¿Cómo obtuviste este lugar? — pregunto.

Dazai me sonríe de manera felina.

— Encontré esta casa en ruinas, el lugar donde estaba era tranquilo, me daba paz con tanta destrucción en mi... trabajo. Pero que bueno que tú la hayas encontrado.

Sonreí y acercó mi café a mis labios.

Me da curiosidad todo de este hombre, y a la vez me atrae todo de él.

Quisiera que cada cosa que no a descubrierto lo haga conmigo, estar juntos, dormir juntos, descansar juntos. Qué él esté conmigo.

Click, es lo que escucho y me saca de mi mente y del sabor dulce del café.

Y delante de mí está él con mi cámara, nuevamente escucho el sonidito, me está tomando fotos.

Dazai sale detrás de la cámara, con una sonrisa que solo me dedicó esa noche y en ese atardecer, no siempre lo hace, pero creo que solo le nace de vez en cuando, siempre cuando pasamos momentos así tan etéreo.

Todo los recuerdos que tengo de él, se me vienen cosas tan bonitas.

Sus ojos color chocolate, que parecen derretirse al verme sonreír.

Mi corazón se derrite con sus ojos.

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