Paper Flowers" || Choi Beomgyu

#02!!

𝐃𝐈𝐘 𝐓𝐢𝐦𝐞

La casa se encontraba vacía, o eso quería pensar Choi Beomgyu, con todo el cuidado del mundo abrió la puerta y dio el primer paso dentro del lugar. Hizo todo lo posible por quitarse sus zapatos y ponerse unas pantuflas sin que la bolsa de papel que tenía en manos hiciera algún sonido.

Un paso.

Dos pasos.

Tres pasos.

—¡Estoy caminando por mi hogar como una persona normal lo haría! —gritó Beomgyu —. Y, ahora, ¡subiré las escaleras para entrar a mi cuarto!

Y así como lo dijo, lo hizo, en cuanto entró a su habitación cerró la puerta a la velocidad de la luz y se deslizó contra ella.

—Misión, llegar a casa y entrar a mi habitación sin que alguien me vea, fue completada con éxito —murmuró el chico entre dientes —. Aunque lo más seguro es que mamá y papá se encuentren en sus trabajo, pero de todos modos, más vale prevenir que lamentar.

A ritmo calmado cambió su uniforme escolar por algo más cómodo, sacó una caja de la bolsa de papel y tomó asiento en el escritorio de su cuarto. No pasaron muchos segundos cuando Beomgyu comenzó a navegar por el gran mar llamado internet en busca del tutorial perfecto.

—Touché —de unos cajones sacó unas cuantas hojas de colores, pegamento y unas tijeras —. Veamos, me hacen falta palillos —se quejó.

Abrió la puerta, movió su cabeza en ambas direcciones para cerciorarse de que no haya ni un alma en el lugar y bajó corriendo hacia la cocina por los palillos.

"¿Debería llevarme la caja completa?" Pensó por unos segundo.

"Sí, definitivamente me la llevo."

(...)

—¡Llegué! —Beomgyu escuchó a su madre gritar junto con el sonido de la puerta principal cerrándose.

Tap.

Tap.

Tap.

Cuando menos se lo esperaba la mujer sintió unos cálidos brazos rodear su cuerpo. —Bienvenida —escuchó la suave voz de su hijo.

—Compré jajangmyeon, hoy ha sido un día atareado, tu papá va a llegar tarde, así que solo somos tú y yo —acarició con su mano libre la cabeza de su hijo —. ¿Cómo te ha ido en el colegio?

—Bien, mejor de lo que esperaba —dijo mientras se separaba de su madre, movió su brazo para tomar la bolsa de comida hasta que su madre lo detuvo.

—Beomgyu, ¿de dónde salieron estos cortes?

Lentamente inclinó su cabeza para ver a lo que su madre se refería.

¡Genial!

Se cortó con el papel y las tijeras, ¿cómo rayos no reprobó el kínder?

—Uhh, tranquila, no es nada, solo un trabajo de la escuela, debí ser un completo tonto como para cortarme con unas débiles hoas de papel —dijo en un intento de no preocupar a su madre y de no hacerla entrar en curiosidad.

—Bien, ten más cuidado para la próxima, nuestro pequeño guitarrista no se puede estar lastimando sus manos, anda, ve y cura esos cortes, hay curitas en el baño. Mientras tanto yo voy a servir la comida —le dio un beso en la frente y se encaminó a la cocina.

—Voy.

Subió corriendo las escaleras con los reclamos de su madre de fondo diciendo que tuviese cuidado. Abrió la puerta de su cuarto y en su escritorio descansaba un elaborado ramo de flores de papel.

Con mucho cuidado se acercó y sacó un perfume de la bolsa de papel.

Lo roció en el papel para darle aroma, lentamente lo tomó y lo guardó dentro de la misma bolsa, lo último que quería era que sus padres vieran el ramo.

Suspiró nervioso.

Por el momento debía ir y hacer lo que su madre le dijo. Luego se preocuparía por lo que pasaría el día de mañana.

Choi Beomgyu quería ser el príncipe azul en el cuento de Im Aria.