Sun And Moon (Wenclair)

3

La rubia se lanzó a su cama y se envolvió en sus sábanas mientras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, la habitación estaba vacía, así que no había nadie para que tratara de consolarla, ¿Cual era la razón por la que estaba así?, Ajax, su amado y querido novio, había ido a regalarle una pulcera, era colorida, lo había hecho ella misma en clase de artes, tenía su inicial y ella planeaba usar una con la de el, pero la rechazo, está se fue cabizbaja a su habitación mientras sus amigas le preguntaban que pasaba sin respuesta alguna

Enid rompió la pulcera con la inicial de su nombre y la tiró al suelo, dedos se poso en su mano y le dió palmaditas tratando de calmarla, pero está vez no funcionó, seguía llorando

Su llanto se vio interrumpido por un portazo de parte de Merlina que abrió la puerta de un golpe porque tenía seguro, miro molesta a la rubia pero al verla llorando cambio su semblante a uno serio, lo normal, se acercó y se sentó a un lado de esta

- ¿Qué pasó? -

- L-Le hice una pulcera a Ajax con mi inicial y el, la rechazo, sus amigos se rieron y yo, solo, me fui de allí -

- es un idiota, Enid, no vale la pena, ¿Te rompió el corazón? -

- algo así, ¿Por qué? -

- Nada, ¿Esa es la pulcera? -

- si, me esforcé haciéndola, no quiero romperla, me la quedaré supongo -

La gótica se asqueo un momento por sus pensamientos, tomo la mano de Enid y le quitó la pulcera de las manos, la resbaló por la suya hasta que llegó a su muñeca, le quedaba perfectamente, la miro algo asqueada, no era de usar colores, miro a su amiga sin soltar su mano, Enid estaba sonriendo levemente viendo la pulcera en la mano de Merlina

- me la quedaré -

- entonces, haré una con tu inicial, también funciona para mejores amigas -

La azabache asintio y se levanto de la cama

- ¿Mejor? -

- si, gracias Merli, eres la mejor -

- Lo sé, quédate con dedos, iré a atender un asunto -

- está bien -

La peli negra salió de su habitación y apretó el puño, lo había dicho, y lo cumpliría, era alguien de palabra, el lastimo a su amiga otra vez, hoy alguien saldría herido

Al día siguiente Ajax no asistió a clases, porque, "extrañamente", un escorpión apareció en su cama y le pico, Merlina sonrió levemente al escuchar que el chico estaba en el hospital, Enid parecía preocupada, pero se le olvidó cuando miro que en efecto, su amiga tenía la pulcera en su muñeca tal y como dijo, sonrió ante esto y se le quedó mirando un par de segundos hasta que su amiga de lentes la interrumpió

- hey, estás mirando mucho a Merlina -

- ¿Si?, Bueno, solo miro la pulcera que tiene en la mano -

- ¿Tu la hiciste? -

- si -

- ¿Por qué Merlina lleva puesta esa pulcera tan colorida? Creí que odiaba los colores -

- bueno, ayer Ajax rechazo la pulcera y no quise tirarla porque me esforcé en hacerla, Merlina me la quito de las manos y se la puso, ¿No es genial? -

La rubia tenía una brillante sonrisa en su rostro, Yoko solo asintio y volvió su vista a su libro

- ¿Le queda a la perfección, no?, Parece que la hiciste para ella y no para Ajax -

- solo es una coincidencia -

La rubia miro su libro y trato de concentrarse en lo que estaba haciendo, pues cierta azabache no salía de su cabeza, se rindió a los tres minutos y solo estrelló su cabeza contra la mesa, su amiga la miro preocupada pero solo la dejo descansar, supuso que no había dormido, cómo siempre

Merlina estaba sentada leyendo un libro pero se vio interrumpida por cierto chico rubio de cabellera larga

- Ajax está mejorando -

- ¿Crees que me importa? -

- claro que no, solo, dile a Enid, supongo que está preocupada, después de todo es su novia -

- le haré llegar el mensaje, ahora, solo vete, interrumpes mi lectura -

- Linda pulcera, ¿Con quién la compartes? -

- no es de tu incumbencia, Xavier -

- es muy colorida, no es el tipo de cosas que sueles usar, y la inicial es muy brillante, se puede ver a kilómetros -

La gótica se levanto de su asiento y se fue dejando solo al chico, en el pasillo se encontró a su amiga que tenía brillos en toda la cara, está dió saltitos al verla y le mostró una pulcera negra con algo de blanco, y tenía su inicial, era plateada y brillaba, al parecer Enid le había puesto piedritas y brillos

-¿Está bien así? -

- supongo -

Enid se la puso en la mano y sonrió, abrazo a la chica y está solo suspiro algo cansada

- Gracias por lo sé ayer -

- no hay de que, ahora -

La azabache alejo a la rubia con su mano y siguió caminando

- ¿A dónde irás? -

- a la habitación, tengo que leer esto, y comenzar con mi hora de escritura -

- suena aburrido, tal vez... -

La azabache la miro con su típico semblante serio y negó con la cabeza

- se lo que estás pensando -

- vamos, mañana es sábado, por favor -

- Enid, no quiero hacer una pijamada -

- por favor, Merli, una pijamada no te matará, solo seremos las dos, ¿Sii? -

- no, y no pienso cambiar de opinión -

Ambas chicas estaban sentadas en la alfombra colorida de la chica con sus respectivas pijamas, Enid estaba cepillando el cabello de su amiga mientras la azabache leía su libro, ¿Cómo la convenció?, Ni ella lo sabía

- bien, dime, ¿Te gusta alguien se la escuela? -

- no, todos son estúpidos, asquerosos y hipócritas -

- oh -

- tu...tu no Enid, tu eres una excepción -

La chica sonrió y termino de trenzar el cabello de su amiga, después de eso la rubia siguió hablando mientras la gótica respondía algunas veces, Merlina se recargo en la cama de la rubia y está se recostó en su regazo, Merlina solo gruñó ante esto y miro a su amiga, está solo rio y miro a la azabache con una sonrisa

- se que no me quitarás, así que no me mires así Addams -

La peli negra rodó los ojos y volvió a su libro, Enid por su parte le hablaba de todas las cosas geniales que le gustaría hacer, y otras cosas, el reloj marcaba exactamente las 2 de la madrugada, Merlina dejo su libro a un lado y miró a la rubia que se había quedado dormida, levanto su cabeza con cuidado y la tomo en brazos, la recostó en su cama y la arropó, se recostó a su lado y se durmió también, Enid abrió uno de sus ojos y sonrió al ver a la gótica a su lado, se aseguro que estuviera dormida y la abrazo como si fuera un peluche

Esa noche durmió mejor que nunca