~Bajo la luz de la luna y los delicados copos de la blanca nieve, sellaron su amor con un beso, ambos se sentían completos al fin~
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Akane Nakano, líbero y capitana del club femenino de voleybol de la preparator...
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Akane:
Notaba como Hannah temblaba de la emoción, solo quedaban dos semanas para el partido.
Todo el rato ella me preguntaba lo mismo una y otra vez.
-¿¡Te das cuenta de que podríamos llegar al equipo nacional?!-me decía cada tres minutos-
-Hannah haces que me duela la cabeza, ya lo has preguntado 17 veces -resoplé-
Almorzabamos las dos tranquilamente miemtras planeabamos estrategias para los próximos partidos de práctica y el gran y esperado partido.
Los alumnos paseaban tranquilamente y algunos tomaban sus bentōs con un agradable aroma.
Entre todos ellos, se escucharon pasos acelerados hacia nuestra mesa.
Daichi corrió hacia nosotras, se veía apurado y como si necesitase una respuesta rápida. Takeda-sensei venía detrás casi hechando un pulmón por la boca.
-¿Para que Takeda sensei?-pregunté- ¿Ha pasado algo?
-Sí mañana tenemos el primer partido del torneo de práctica de invierno del interescolar y Yachi estará fuera dos día por temas personales, Shimizu está enferma y no podrá asistir -dijo mínimamente alterado Daichi-
-¿Y qué se supone que debería hacer yo? -pregunté-
-¡Necesitamos una manager de paso para el torneo!-salió Hinata por detrás saltando-
Aquello me dejó un poco en estado de shock, fue muy repentino.
-Ehh supongo que sí que podría.
Ellos suspiraron aliviados. Me contaron todos los detalles.
-Es mañana; a las 7 am en el autobús para ir a Tokyo, el primer partido es a las 12 y comeremos allí. En cuanto al segundo partido es a las 18. Nos alojaremos en una posada que se ha ofrecido a colaborar en el torneo. La duración del torneo es de 3 días, Yachi y Kiyoko no podrán venir ningún día, y te necesitamos porque al no estar ellas no tenemos a nadie que nos ayude. Y alguien te sugirió a ti, por eso estamos aquí.
-Claro, ¿pero y las clases qué?
-Takeda ya lo ha arreglado -dijo Hinata-
(...)
Me preocupaba donde podría dejar a mis gatos durante mi próxima estadía en Tokyo.
-Hannah...¿podrías cuidar de mis gatos?-le rogué-
-A ver, solo son 3 días supongo que no habría ningún inconveniente. Tráemelos antes de que te vayas al autobús y les dejaré comida y eso antes de irme a la preparatoria.
