Desde que tenía memoria Suheyla solo veia a su padre por cuadros, solo oia de el por sus grandes hazañas, sabia cada una de sus grandes batallas, como gano el apodo "Suileman el magnifico", como su madre y el se conocieron pero nunca lo vio de frente, nunca pudo tocar su mano como lo hacia en escondidas con los cuadros, nunca pudo escuchar su voz o decirle en frente un hola su majestad
Pero ¿de verdad ella quería hacer eso? La repuesta es mil veces no, no, no, el nunca mostró interés por ella, si le interesaría entonces iría a la provincia de su hermano Mustafa a visitarla, hasta Ibrahim Pasha siendo un solo Pasha venia a visitarla a ella y su familia, tampoco le pedía ir a visitarlo o le mandaba cartas o regalos, en su punto de vista parecía algo estúpido querer a alguien que no te quiere
La pequeña Suheyla ahora estaba sentada a lado de la ventana mientras leía un libro, todo parecía en paz, no había nadie en su aposento, ni una sirvienta ni un eunuco
Pero como todas las cosas, la paz tiene un límite hasta acabando se, esa paz que había se deshizo por la voz de un chico o mejor dicho un niño de la misma edad que Suheyla
- Suheyla ¿Sigues enojada? -
Dijo Serhen el mellizo de Suheyla, quien empezó a caminar ignorando el semblante enojado de su hermana por haberla interrumpido en su hora de lectura -que era casi todo el dia-
- No estoy enojada Serhen, simplemente quiero estar en paz, son diferentes cosas -
- Mientes, cuando estas enojada arrugas la nariz y ahora la tienes arrugada como la cara de una anciana -
- ¿Me estas insultando? -
- Solo digo la verdad, aprendí nuevas técnicas con la espada, mamá esta ocupada con Neyla bordando así que tenemos tiempo para ir a jugar con la espada en secreto ¿Vamos? -
Suheyla de verdad estaba enojada, pero la oferta de su mellizo era tentadora así que no sabia si dejar su orgullo y jugar con el o seguir con su orgullo para perderse una oportunidad inusual
- Viste que estas enojada, estas pensando en dejar tu orgullo o seguir teniéndolo-
- Cállate antes de que te tire algo -
- No me puedes callar, en tema de poder yo soy más fuerte-
- Y en tema de inteligencia yo te gano -
- ¿Una pelea de almohada a ver quien gana? Si yo gano serás mi rival en las peleas de espadas por una semana -
- Y si yo gano vas a tener que fingir ser los personajes de mi libro, también por una semana -
Serhan quien estaba enfrente de Suheyla le ofreció la mano para completar el trato pero una almohada fue a su cara
- Hermanito en la guerra nunca ahí que pensar por más de 5 segundos -
Al finalizar esas palabras los hermanos se empezaron a tirar las almohadas de toda la habitación por horas hasta que una sirvienta entró para avísale a los dos hijos del Sultán que ya estaba la cena, los dos dejaron de jugar a tirar se las almohadas para mirarse y salir corriendo hacia el aposento donde se cenaba todos los días, todos los que estaban en ese palacio ya estaban acostumbrados en ese día a día, después de todo una de las cosas favoritas de los hermano era comer y otra cosa favorita suya era estar siempre juntos por que los dos nacieron para nunca separarse
Cuando llegaron al aposento donde estaban sus hermanos y madre ya sentados esperándolos ya con la comida en la mesa
- Buenas noches madre ¿Cómo fue su día? -
Pregunto Suheyla mientras se sentaba con su mellizo juntos, la sultana Mahidevran con una elegante sonrisa le dijo
- Maravilloso sabiendo que mis hijos están conmigo, esta madre sufrirá mucho cuando mis hijas se casen y mis hijos tengan sus propias provincias-
El semblante de la sultana se hizo uno melancólico, acepto irse con Mustafa a Manisa con sus demás hijos por que no quería dejarlos solos, pero la realidad era cruel y sabía que un día van a tener que dejar el nido para hacer uno propio
- Pero mi hermano Mustafa ya la tiene, yo también quiero una -
Dijo Asil el quinto hijo varón del Sultán Suleiman y la sultana Mahidevran
- ¡Yo cuando tenga mi propia provincia será la que mejores jernizaros tenga! -
Dijo Bahadir él cuatro hijo varón de Mahidevran y el sultán mientras veía a su hermana Neyla con emoción
- Que me miras, yo no pienso ayudarte en eso, ya vas a ser lo suficiente mayor para controlar solo las cosas -
- Yo no quiero una provincia, quiero ser un poeta -
Dijo Ahmed mientras comía y pensaba lo fastidioso que es ser Sultán por todo el trabajo que tienen que hacer
- Yo quiero ser un comerciante ¿Puedo ser un comerciante mami? -
Pregunto Murad a su madre con un tono adorable como si fuera un niño de 4 años cuando le pregunta a su madre si puede ir a jugar con sus amigos olvidando que es un niño de 10 años
- Puedes ser lo que quieras Murad mientras eso sea algo bueno y te guste, yo te apoyaré -
El lugar tenía un aire cálido por la gran armonía familiar, cuando la cena terminó la sultana Mahidevran le beso la frente a cada uno de sus hijos deseándole las buenas noches, ella quería mucho a cada uno de sus hijos deseando su bien pero siempre uno debe ser sacrificado para que los demás sobrevivan
Como era costumbre ya en sus aposentos Suheyla vio las estrellas, su madre le contó que su padre le había puesto el nombre Suheyla, para ella era un regalo valioso ese nombre significaba el pequeño reconocimiento que al menos sabía que su padre la reconocia su nacimiento y que era su hija
Desde pequeña le gustaba las estrellas más por su nombre, veía las estrellas preguntándose si su padre también las estaba viendo, preguntándose que hacía el en todo el dia, su madre le había contado que el hacia joyas hermosas si el la conociera ¿Le haría una joya tan hermosa como le dijo su madre? Ella sería muy feliz con una sola joya pequeña por que sabia el valor que tenía por ser preparada por esfuerzo
Dándole las buenas noches al cielo, esa pequeña niña se fue a dormir esperando otro día más disfrutando la felicidad de estar con su familia completa deseando que eso nunca acabe pero ¿Durará para siempre esa felicidad o terminará como todas las cosas?
Acá otro capitulo espero que les gusten ♡
Palabras: 1080
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Suheyla
FanfictionSuheyla la hija menor del Sultán Suleiman y la sultana Mahidevran, siendo la menor de sietes hermanos, siendo la tercera hija del Sultán y la que menos le importo el título de sultana si trataba de la vida de sus hermanos