≪ Esto no puede estar pasando ≫ pensó hyungwon mientras se sentaba con disgusto en su puesto. ¿Por qué estaba de mal humor a las ocho de la mañana? Era fácil la respuesta: su jefe.
Había llegado a su primer día con todos los ánimos puestos después de haber festejado con su marido una noche apasionada y llena de amor. Jooheon lo recibió con una sonrisa y ¿saben de esas personas que con solo sonreír sabes que va a ser un buen día? hyungwon pensó que Jooheon era de esas personas. Hasta que el pelinegro le indicó cuál sería su espacio de trabajo.
Al lado de la oficina de su jefe donde ambos podían ver todo.
Solamente los separaba una pared de vidrio con persianas plegables, literal podía ver si su jefe se sacaba los mocos o dejaba caer su café en su escritorio, lo cual sería lo suficientemente gracioso para grabarlo. Pero volviendo a su desafortunado destino de trabajo, le había preguntado al menor si había otro lugar donde pudiera realizar su trabajo y Jooheon frunció el ceño.
— ¿No te gusta? Es el espacio más grande que tenemos.
— No es que no me guste, es que... —suspiró, no quería ser grosero con la persona que era más amable con él—. No importa, olvídalo, son los nervios —una risita nerviosa salió de su boca. Jooheon sin necesidad de decirle algo más se retiró a su puesto de trabajo algo desconcertado por la reacción de su nuevo compañero.
Normalmente los demás se habrían peleado por ese lugar, es más, ya había pasado discusiones entre las admiradoras de su jefe por ese puesto, pero Hyungwon antes quería estar en otro lugar. Después de suspirar y darse por vencido de que no entendería a su compañero, lo dejó estar y se concentró en su trabajo.
Hyungwon se sentó con cuidado en la silla especial reclinable que tenía frente al escritorio. No se había percatado del equipo que tenía en su mesa, todo por andar pensando en su jefe, se había perdido de detallar el computador de escritorio último modelo que parecía salido de uno de esos streams de twitch: dos pantallas un poco grandes para su gusto, un teclado que reflejaba luz por debajo de las teclas, un mouse diseñado para no generar problemas en el túnel carpiano y un escritorio demasiado grande para las pocas cosas que había encima. Decidió que al día siguiente traería fotos de Eunha y de su esposo, y quizás una planta. Quizás.
[...]
El reloj dio el mediodía, hyungwon se estiró un poco en su asiento cansado de estar organizando y anotando en su agenda las contraseñas y usuarios para el software de su empresa; el técnico había sido bastante agradable, «tal vez esté cansado de hacer esto cada que llega alguien nuevo» consideró.
Giró su cabeza al lado izquierdo donde se encontraba la oficina de su jefe, totalmente vacía. Se extrañó un poco, puesto que ya habían pasado cuatro horas y no había visto a Changkyun en todo el día. Agitó su cabeza suavemente convenciendo a su cerebro de no pensar en aquel sujeto.
— No te importa —susurró hyungwon mientras cerraba los ojos.
— ¿Qué no te importa?
El pelinegro saltó de su asiento agitado. Changkyun se rió.
— Carajo, me asustaste horrible.
Changkyun apretó sus labios.
— Es divertido hacerlo. —hyungwon lo fulminó.
— Que lindo que te parezca divertido provocarles infartos a las personas.
— ¿Tuviste un infarto? —el menor se llevó la mano al pecho.
— Claro que sí —hyungwon rodó los ojos.
Su jefe solo sonreía.
— Ya veo, hay que llamar a la enfermería entonces.
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Got My Number || Hyungkyun.
FanfictionHyungwon y Wonho llevan cinco años casados, con una hija de dos años y una vida estable en todo sentido; pero cuando hyungwon vuelve a trabajar y conoce a su jefe ¿seguirá todo de la misma manera? - ☾ Hyungkyun. - ☾ Fanfic. - ☾ Soft / +18 / Drama ...