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"Si quisiera empezar a matar, no quedaría ni uno solo de ustedes."

-Charles Manson

Matthew era un chico que pasó la mayor parte de su vida sólo en la casa.

Desde sus 5 años el no sabía lo que era tener a sus padres en casa, solo los tenía en épocas especiales como el 3 de mayo, día de sus cumpleaños y en navidad.

Sus padres siempre estaban trabajando, casi nunca tenían tiempo para el, así que no tenían ni una mínima idea de cómo se sentía el.

A pesar de todo, el solo era un niño, uno que apenas estaba aprendiendo de lo que era la vida, uno que nunca llegó a entender que estaba mal o que estaba bien, ya que muchas veces no hubo nadie para corregirlo.

Detrás de todo sociopata hay una historia oscura . Un gran iceberg que pocas personas logran conocer pero que juega un gran papel en su vida.

Pará Matthew todo llegó a ser un juego, el nunca demostró remordimiento al momento de hacer alguna atrocidad y era un niño muy impulsivo.

Matthew tenía un padre, el cual era una persona muy violenta. siempre que llegaba borracho a su casa golpeaba a su madre y Matthew sólo podía observar a lo lejos, el trataba de intervenir pero muchas veces salía golpeado por el.

Matthew sufría en silencio, no le contaba a nadie más, sólo generaba rencor y más rencor

La ventaja de vivir sólo es que podía ver pelis sobre manipulación, documentales de asesinos seriales y muchas cosas más.

El nunca tuvo restricción a ese tipo contenido, y conforme al tiempo se fue creando ese pequeño ser amante de lo inhumano.

Es increíble ver, como un niño puede guardar tanto rencor sobre una persona o varias, y el saber que en una mente tan pequeña suelen pasar tantas cosas malas, pero si lo pensamos bien...

Los padres tienen la culpa, ¿no?


Si la tienen o no, eso es algo que ya no importa.

Matthew desde pequeño siempre consiguió lo que quería, siempre pudo jugar con la mente de las personas y hacer que ellos se fijarán en el, nadie sospechaba de él, siempre fue un niño "mimado" y normal como los demás.

Habia visto tantas películas sobre manipulación que, si quería un juguete, lo lograba sólo con llorarle a su abuela y hacerle creer que si no se lo daba, iba a portarse muy mal e iba a ser infeliz, algo que una abuela no querría que pasara con su nieto, ¿verdad?

Algo muy peculiar de esto, es que un niño normal, pediría un carro, un balón o un juego de mesa.

Pero el no, el en la tienda de juguetes pedía armas, armas de juguete, con balines, que si bien pueden ser peligrosas para un niño de su edad, ya que se pueden lesionar con esas mismas, el logro que su abuela le regalara una, y empezó con algo muy fuerte, nada más y nada menos que con una escopeta de cerrojo, era hermosa a la vista pero, que no hiciera daño como una de verdad le quitaba mucha diversión a él.

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El era muy feliz con su escopeta de juguete, cargaba con ella para todos los lados y jugaba disparando a objetivos cortos, ponía muñecos, botellas o cosas a las cuales pudiera darles sin ningún problema.

A decir verdad. El, para la edad que tenía, era muy bueno con la puntería, y aunque los balines no tenían mucho alcance, el conseguía hacer tiros perfectos.

El practicaba todos los días su puntería, si bien era un hobby para el estar disparando, quiso empezar a practicar esta vez con armas de verdad y dándole a objetivos más difíciles. Entonces se le ocurrió una maravillosa idea.

Matthew conocía a una persona que tenía una finca en el campo, donde había mucha fauna silvestre, esta persona al vivir en un lugar como este poseía armas reales para defenderse o ir de caza, cosa que Matthew aprovecharía al máximo.

El consiguió que sus padres le dieran permiso, ya que el vecino era una persona muy conocida en su comunidad. Y así se dio el primer paso, para llegar a ser lo que es Matthew hoy en día.

Una arma, una finca y una gran sed de poder empezar con algo de verdad...





El nacimiento de un sociópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora