Fusión de Sabor | Wandanat.

Cap. 1 Sus vidas.

Natasha's pov.

Otro día más, estoy camino a la empresa, veo la hora en mi reloj y son las 8:58 a.m. todavía tengo dos minutos para llegar a la empresa.

Estaciono el carro y veo que son las 9:00 a.m. me gusta ser puntual, hoy llevo un traje color negro, me gusta como me queda el negro. Tengo el cabello en una coleta baja, maquillaje leve.

Al entrar a la empresa todos me saludan con unos buenos días y sonrisas en su rostro, se nota que ya estamos a mitad de semana.

Realmente hoy no hay mucho que hacer, solo checar algunos pendientes, ver como va la productividad de los chocolates y pasar el resto del día intentando crear una mezcla nueva para sacar al mercado.

Entro a mi oficina, dejo mi bolso en el perchero que tengo a un lado de la mesita donde tengo diferentes bebidas, me dispongo a sentarme en la silla y empezar a revisar mis papeles.

- Hola, holaaa, buenos días - dice Carol entrando a mi oficina, mi tranquilidad duró muy poco.

- Buenos días, Carol - suelto un suspiro y elevo mi cara para verla - ¿No te enseñaron a tocar, Danvers? -

- Al parecer hoy estamos de buen humor - dice mientras jala una de las sillas que está frente a mi escritorio y se sienta.

- Pues aunque lo dudes, si estoy de buen humor - digo dejando los papales que tenía a un lado y me pongo a observar a mi amiga que al parecer pareció que vio a un fantasma porque no cierra la boca después de lo que le dije

- Eso si que es novedad, Nat - dice con un leve todo de burla -¿Tuviste sexo anoche?- pregunta con una sonrisa pícara.

Yo suelto una leve risita - No, Carol, mi estado de ánimo no se debe a eso - digo riendo y tomo nuevamente los papeles.

- ¿No tuviste sexo entonces? - dice en un tono algo triste - Sabes Nat, te conseguiré un Polvo, pero así como te gustan, tal vez y te haga bien y puedas estar de buen humor todo un mes- dice riendo mostrándome sus dientes.

Yo solo giro los ojos y sigo leyendo, -No tienes trabajo Carol?- pregunto sin mirarla.

- Claro, como todos aquí en esta empresa - dice sin más - Pero si me estás haciendo esa pregunta para que me vaya no lo voy hacer hasta que me digas porque estás de buen humor- pone su codo en mi escritorio y apoya su cara en su mano.

Yo solo río de su actitud, es muy chismosa - Carol, estoy de buen humor porque todo va bien con la empresa, el nuevo sabor de chocolate ha sido un éxito y creo que son motivos suficientes para estar de buen humor - digo riendo de lado.

Ella solo asiente y me da una sonrisa - Tienes razón Nat, pero recuerda que la competencia está fuerte - se levanta de la silla y camina hasta la puerta, pero antes de salir me guiña un ojo, yo solo bufo.

Como le encanta recordarme acerca de la competencia, todo lo hace con la intención de que yo no olvide a la dueña. Es una tonta si sigue pensando que yo sigo pensando en Maximoff. Esa chica que desde hace dos años me ha intentado quitar mi puesto como la mejor empresaria, no lo ha logrado pero desde que llegó no solo no he vuelto a ganar el título, si no que siempre nos piden que fusionemos sabores, estamos en la misma línea, consideremoslo como un empate, no le quiero agarrar odio. Esa misma chica que desde hace siete años no he vuelto a ver en persona, puesto que mi celular se llena de notificaciones cuando se trata de ella. No voy a negar que me cuesta olvidar su sonrisa.

Dejo ir un leve suspiro y muevo la cabeza para a partar esos pensamientos y continuar con mi trabajo.

Wanda's pov.

Son las 9:10 a.m. me he quedado dormida y llevo diez minutos retrasada, pero ya estoy camino a la empresa. Termino de estacionar el coche y me dispongo a tomar mi bolsa del asiento del copiloto.

Hoy llevo un traje color gris, una blusa blanca de bajo, un chongo hecho de forma rápida, un maquillaje leve. Me quito los lentes y los guardo, estoy a unos pasos de la entrada de la empresa y son las 9:15 a.m. genial la jefa llegando tarde, bufo y me dispongo a entrar.

Noto como todos comienzan a saludarme con una sonrisa en sus rostros, yo solo les muevo la cabeza o la mano les regalo mi mejor sonrisa, entro a mi oficina y dejo mi bolso en un sujetador que está a un lado de mi escritorio. Busco mi celular y entro a notas para escribir que me prohíba salir con Clint y Pietro en las noches si al día siguiente tengo trabajo.

Estoy a punto de sentarme cuando la puerta de mi oficina es abierta.

-Buenos días bebé- entra Jane con una sonrisa, es mi mejor amiga y trabaja conmigo -Pensé que no ibas a venir despues de la fiesta de ayer-lo dice soltando una risa.

-Ja ja ja- digo de forma sarcástica mientras me siento y me desparramo en mi silla - Solo fueron 15 minutos que he llegado tarde y ya me estás regañando- digo con una sonrisa.

Jane solo sonríe y toma una silla que está frente al escritorio para sentarse y mirarme.

-¿Cómo estuvo todo anoche?- pregunta mirándome directo a los ojos y eso me da miedo. -Me contó Clint que bebiste un poco de más después de ver una noticia acerca de tu contrincante-

Yo solo bufo y giro los ojos, Clint diciendo cosas que no son. - No tomé por eso Jane, simplemente lo quería hacer, no todo gira alrededor de ella- digo sin mirarla a los ojos.

-Ajá si ajá, y yo te creo- dice en tono sarcástico - Yo igual vi la nota, y Romanoff se ve mejor que nunca- lo dice mientras se levanta - Creo que la buscaré para ver si acepta una noche conmigo- lo dice con una sonrisa en el rostro y empieza a caminar a la puerta.

Yo solo la observo y no sé porque me siento un poco incomoda después de lo que dijo Natasha no me interesa -Hazlo, seguro acepta - no sé ni porque dije eso solo me salió sin previo aviso.

Jane solo sonríe y niega con la cabeza -No te haría eso Wands- me giña un ojo y sale de mi oficina.

Ayer en la noche mientras estaba en el bar con Clint y Pietro me llegó la notificación de una nota en donde Natasha está con una mujer besándose fuera de un restaurante, después de ver la nota comencé a tomar pero fue para relajarme, sí, para relajarme.

Natasha y yo no nos vemos desde hace 7 años, despues de lo que pasamos nos alejamos y desde eso no nos hemos vuelto a topar, ella sigió con su vida y yo con la mía. Ahora somos competencia, ambas dirigimos las empresas más importantes de la ciudad, nuestros chocolates han estado en la cima y he logrado colocar a mi empresa al mismo rango que la de Natasha con tan solo dos años en ella, sin duda ella me odia por eso.