*･ﾟﾟ･*::*ﾟ:*:✼✿ʸᵒᵘ'ʳᵉ ʷᵉⁱʳᵈ (countryhumans x reader)✿✼:*ﾟ::*･ﾟﾟ･*

𝓗𝓸𝓰𝓪𝓻

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Aviso importante

sigo vivo :)

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Despertaste en tu cama, han pasado unos días y aun sigues sorprendida de que tu regresó no haya sido solo un sueño. Te quedaste mirando a la nada por unos minutos hasta que escuchaste golpes en la puerta. Soltaste un "adelante" y ONU entró, llevaba su pijama y traía una bandeja con tu desayuno.

–No era necesario...

–_____, ¿cómo te sientes? –Se acercó y espero a que te acomodaras para dejar la bandeja en tus piernas– ¿Has dormido bien?

–Solo un par de pesadillas, nada nuevo.

ONU largó un suspiro largo y triste –Te he traído algo de café, ya está endulzado y al lado hay algo de leche, por si quieres ponerle.

–Gracias. –Tu compañero estaba apunto de irse nuevamente, pero había algo de lo que querías hablar–. Hey, ¿puedes quedarte un rato?

–¡Ah! Si, por supuesto. –volvió y se sentó al borde de la cama.

Había algo que te has estado aguantado desde el dia en el que volviste, una pregunta especialmente para él. Antes de hablar, le echaste leche al café y tomaste un sorbo. Él, quizás sabiendo lo que ibas a decir, se puso nervioso.

Finalmente lo dijiste. –¿Por qué has tardado tanto?

–¿Eh?

–Se suponía que serias tu quien encontrase la forma de que yo pueda volver a casa, pero al final quien lo hizo fue Conall –hice una leve pausa– ¿Por qué?

–_____, verás... –Trago saliva. Busco las palabras adecuadas y cuando creyó que las tenía, hablo nuevamente–. Realmente lo hemos intentado, pero nos quedamos estancados.

–¿Que pasó?

–Hubo... Un accidente. –Bajo la mirada– Uno de nuestros científicos más importantes del proyecto murió y luego de unos días varios trabajadores se dieron por vencido.

–¿Y por qué no me has dicho nada? –exclamaste sorprendida.

–Estabas tan feliz... No quería arruinar todo. –contestó él, luego suspiró– Aunque creo que lo he hecho peor.

No hubo ninguna respuesta tuya, por lo que siguió hablando. –¿Ya has decidido cuando te irás?

–Mañana.

–¿¡Mañana!? –exclamó de la nada– Mañana... –aclaró su voz– Si, si. Esta bien.

–¿Estas bien? –contestaste entre risas.

–Por supuesto que estoy bien.

Al día siguiente, tal y como habías dicho, estabas a punto de volver a casa. Tu verdadera casa.
Tu y tu compañero hablaron un rato antes de que te fueras, él estaba ansioso.

–¿Que pasa? No me iré para siempre.

–Es solo que... Me preocupas.