Hace un año aproximadamente conocí a un chico que había sacado de Bumble. Estaba en una mala época de mi vida, no por ser repetitiva uno asimila bien las cosas, pienso.. pero viene al caso destacarlo. Veía pasar los días desde la transparencia de la cortina de la ventana de mi habitación. Era como empezar a vivir de nuevo y de a poco. Tenía que volver a naturalizar el hecho de levantarme, ducharme, cocinarme y todas las tareas habituales que implicaban una vida medianamente sana. Me había ofuscado con la idea de pasármela recostada entre sábanas viendo documentales o series en internet y alguna que otra película pirateada. Recuerdo dormir mucho, escribir a veces y claro, lloraba la mayor parte del tiempo, a la vez de que por momentos hacía cosas totalmente fuera de mis intereses para simular un poco de vida o por lo menos intentar creer que había algún motivo para vivir, como por ejemplo, ir a museos.
No tengo palabras para describir la primera vez que salí a tomar una cerveza luego de la muerte de mi mamá. La sensación de vacío era inmensa. Me brotaban lágrimas de los ojos casi todo el tiempo, sentía que estaba en un sueño y me sentía totalmente desprotegida en la calle. Esa primera salida casualmente fue con Andy, mi amiga, es una de la chicas más positivas que conozco, me vino bien. Ella me sacó a la calle casi y fuimos a tomar algo por el puerto, cerca de mi casa. La cuestión es que estaba sumergida en una absoluta soledad. Recuerdo que mis amigas me hablaban y yo no contestaba. Recuerdo que, cómo decirlo, no podía apagarme, no por mí sino por Lucca, mi dulce niño. Claramente si me levantaba de la cama en algún momento era para cocinar o algo de todo eso que hoy ya no recuerdo casi, pues mi memoria se ha apagado esos días..Me repetía a mi misma que no podía estar sucediéndome esto a mí. Culpé a todas las divinidades de lo que pasaba y por supuesto me culpaba a mí por lo sucedido.
En este interín de emociones volví a hablar con mi papá, bueno, es lo único que rescato de ese tiempo.
Unas dos semanas antes del trágico suceso, recuerdo haber ido con mi amiga Andy (sí, la misma que nombré antes) a Roses creo, una playa en Costa Brava y comentarle que el día anterior había soñado como se me caían los dientes. Le comenté de lo que supuestamente suponía soñar con eso. Nunca imaginé que realmente sucedería. Para ese momento también había cumplido 31 años recientemente.
No recuerdo haber festejado, realmente el estado de salud de mi mamá me deprimía bastante, intentaba ocultarlo, no quería fastidiar.
Ese día me mandó un saludo de felÍz cumpleaños por WhatsApp, un audio casi inentendible que reflejaba lo que serían sus últimos días de vida. Escuché el audio y no pude contestar, simplemente me sentía impotente. Es duro aceptar que algo así le está sucediendo a una mamá.
Pasaron los días y luego de haber renunciado al trabajo en un ataque de angustia, estos se fueron oscureciendo.. mi realidad que en algún momento se había empezado a estabilizar, se volvió a quedar truncada.
No recuerdo que día exactamente de la semana lo conocí, pero recuerdo que en el afán de conocer a algún chico, pues en mi mente yo pensé que sería de gran ayuda, fue que terminé hablando por chat con uno que en un principio no me llamó para nada la atención. Nunca le di mucha importancia a esas aplicaciones de citas, sin embargo, el último tiempo había decidido empezar a ser un poco flexible en la idea de salir con distintos tipos de chicos.
Me acuerdo que él solía hablarme bastante para que nos conociéramos y me proponía ir a almorzar a Plaza Real un día de semana, en su horario de almuerzo.. claro... Qué iba a saber ese chico por todo lo que yo estaba atravesando y que si no contestaba era porque estaba hecha un mar de lágrimas con ideas suicidas. Total en mi mente había configurado la idea de que había un más allá luego de la muerte, y que probablemente sí yo me moría, también iba a poder ir a ese más allá lleno de paz y amor, pero sobre todo, iba a poder reencontrarme con mi mamá y mi vida (que ironía) volvería a tener sentido. Aún pienso en la idea de reencontrarme con mi mamá, es un halo de esperanza, pero ya no lo pienso junto a ideas oscuras, sino como algo que sucederá a su tiempo.
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Cuando yo parecía otra persona
ContoEste relato cuenta como viví desde adentro una parte de aquellos meses de duelo y como esto desencadenó en algunas conductas las cuales se vieron reflejadas en mis vínculos de aquel momento.