[Capitulo 3]

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Pov Abigail:

Perfecto, lo que necesitaba, entrar a una ciudad y que me amenacen, aunque supongo que es la costumbre, pero ese chico me dejó un ligero cosquilleo. Quien sabe que se trae entre manos, aunque ni me debería importar, total me quiso matar, quien era y que queria. No importa justo ahora estaba caminando hacia la cafetería de nuevo, pensando en que hacer cuando frente a mi aparecio el chico de hace unos minutos, esa tez morena era unica, me dispuse a saludar, pero este me corto antes de hablar.

-Abigail, verdad? -Extendio su mano y me dio una seña a seguirlo.

Esto ahora si que es raro, primer dia y pasan cosas raras, supongo que por eso la ciudad se llama Doline City, le reste importancia y me negue, a pesar de la ayuda del chico no podia ir por que si, esta ciudad empezaba a ser algo sospechosa.

-Disculpame, Jayce? Eso, no puedo ir contigo, no te conozco y no quiero problemas justo ahora.-Dije con una sonrisa amable para luego disponerme a retomar mi camino.

Jayce camino para el otro lado restandole importancia, no sin antes decir algo con el suficiente tono para que pueda escucharlo.

-Bien, no digas que no te lo adverti, atente a las consecuencias niña.-Sentencio y se fue caminando asi como llego, para el lado de donde yo habia salido.

-Disculpa, pero -Sostuve mi bolso apretando la correa un poco- ese lugar es peligroso acabo de pasar y ya viste lo que pa-No pude terminar cuando este se acerco y me miro de una manera algo amenazante.

-Disculpa tu, niñata, yo he vivido aqui mas que tu, se mas cosas que tu, y soy mas experimentado que TU.-Me devolvio la sonrisa pero con sarcasmo, y luego se dio la vuelta para irse.

¡Ah?! ¿Quien se creía este tipo que era? Se que era más antiguo y experimentado en esta ciudad y todo, pero no tenía derecho de hablarme ¿asi, fruncí mi ceño y seguí mi camino, no quería seguir ni un segundo más, ni quería toparmelo de nuevo, como sea, aleje esos pensamientos y me dispuse a pensar en que haría pues estaba cerca de aquella cafetería, suspiré y seguí caminando, opte por poner una sonrisa de nuevo, quería comer un postre más.

El sonido de la campanita hizo que la joven del mostrador levantará su vista y la posara en mi, seguido de esto dejo su celular a un lado y me sonrió. Vaya pues había gente que era respetuosa, sin mas me acerque al mostrador no sin antes visualizar los postres en venta, cuando uno llamo mi atención.

-Buenas tardes señorita, ¿Que le gustaría pedir en esta hermosa tarde?
-Dijo con una sonrisa sincera y algo cansada, se notaba que había tenido problemas para dormir pues debajo de sus ojos se notaba pequeñas bolsitas de color negro.

-Si, buenas tardes a usted, bella dama -Le sonreí, me gustaba tratar con respeto a las y los jóvenes que me daban un aura de paz, ellos eran de mi agrado- Me preguntaba si me podría dar Flan, se ve muy apetitoso. -Dije mientras sacaba algo de dinero de mi bolso fijándome en el precio, después de esto le entregué el dinero y a cambio de eso me dio el postre.

-Aqui tiene señorita -Dijo mientras lo entregaba con una cuchara de plástico y un papel en su respectivo envase, todo esto dentro de una bolsa reciclable. Vaya, ato aparece que aquí toman mucho en cuenta lo del medio ambiente, pensé con una sonrisa

-Oh, muchísimas gracias -Dije aún con una sonrisa puesta en mis labios mientras tomaba el postre- Espero que tenga una tarde encantadora -Sij más camine mientras me dirigía a la puerta, no sin antes que sonara la campanita una vez más.

Cuando levante mi vista, otra ves pude ver esa tez morena, esos ojos, parecía estar en un tipo de trance, luego me di cuenta que me miraba aún con el celo fruncido, ¿Seguirá molesto? Le reste importancia, y esta vez yo tomé la perilla saliendo, haciendo sonar la campanita, cuando estaba por caminar mi mente reprodujo la conversación que tuve con Jayce, y mi celo se volvió a fruncir.

-Como no lo atropella un camión -Murmure ensimismada en mi.

-Como no atropellan a ¿Quien? -La voz de un chico me saco de mi transe, era Jayce, de nuevo el.

-Ah, eh... -Me puse nerviosa de nuevo, aún que no estaría mal decírselo y salir corriendo- Como no atropellan a... -Mala idea, su rostro era lo intimidante y aproveché para sacar un libro de mi bolso- A un personaje de aquí! Si! Eso! Es que me cae muy mal y.. y... Eso. Jajajaja... -Rei nerviosa esperando que no se diera cuenta de mis intenciones.

-Ya veo -Dijo en un tono neutral, para luego suspirar y sujetar la bolsa parecida a la mía- No me importa en lo absoluto -Dijo sin mas, restándole importancia.

-Oye, eso que tienes ahí no es fla-. -No termine por que este, cara de, de... , de lo que sea que sea ofensivo, me interrumpió.

-Adios. No molestes nunca más. -Dijo dándose la vuelta para seguir su camina a paso rápido.

-Pero... -Me quede con las palabras en el aire- Bien! Como quieras cara de babosa. -Bufe y me di la vuelta caminando hacia donde era mi apartamento.

Me tomo unos 7 minutos casi 8 llegar a la casa, cuando llegue abrí la puerta y entre, subí unas escaleras y finalmente llegue, la verdad estaba algo perdida aún me acordaba lo del suceso con el chico del cuchillo y no sabía ni dónde estaba parada, cuando una idea se me cruzo por la mente. ¿Y ese quien era y por que estaba suelto? ¿Por que permiten ese tipo de gente? ¿Que oculta está ciudad?. Sacudí la cabeza tratando de relajarme, procedí a acomodar unas cuantas cosas más y fui a tomar una ducha.

Luego de unos 30 minutos sali en urlta en una toalla, me senté en la cama ahora limpia y me dispuse a escribir a mis amigos y familia, cuando termine de hacer eso, ya habían pasado 20 minutos, en lo que mi cabello secaba me puse una camisa ancha y suelta junto a unos pantalones cortos a 3 centímetros debajo de la rodillas.

-Que extraño, se siente muy pesado el aura, como si estuviera siendo vigilada... -Murmure viendo a todos lados.

Le reste importancia y coloque una tetera calentando agua para poder tomar algo en contra del frío, no piensen que me gustaba el calor, no tengo nada en contra ya que tiene buenas cosas con el, la playa y mucho más, pero ahora debía resguardarme para no enfermarme. Cuando sonó el pitido de la tetera después de 10 minutos, apague la estufa y serví en una taza el agua caliente mezclandola con agua fría y colocándole una bolsita con una infusión, junto a eso comí el flan en perfecto estado, cuando estaba comiendo mientras veía el celular recordé algo, Jayce también tenía flan, o eso parecía, ¿Y si le gustaba? ¿Sería bueno llevarle uno?. Ah, que cosas estoy pensando!. El fue grosero primero, aún que me ayudó a salir de ese problema del chico extraño, decidido, compraría uno mañana y lo visitaría, o, bueno, al menos lo buscaría por el parque. Después de lavar los trastes me acomode en la cama y cerré los ojos para descansar de un día algo ajetreado.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2024 ⏰

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𝐍𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora